Capilla de Guillermo Aguilera y Familia

4 de marzo de 2016

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Zenaida Iglesias Sánchez

 

Cementerio de Colón
Avenida Cristóbal Colón. Cuadro 1. Zona de Monumentos de Primera

 

 

 

En esta sobria pero elegante capilla descansan los restos de Guillermo Aguilera Sánchez, acaudalado propietario y poderoso miembro de la oligarquía cubana en el momento de la irrupción de la Revolución Cubana. Fue propietario de fincas y molinos arroceros, miembro del Havana Yatch Club, del Country Club, del Vedado Tennis Club y del Havana Biltmore Yatch and Country Club. Descendiente además del Mayor General del Ejército Libertador, Francisco Vicente Aguilera. Se inició en la vida política a mediados del siglo XX y llegó a convertirse en un destacado empresario.

 

 

 

La Capilla de Guillermo Aguilera y familia debe su autoría a las arquitectas Alicia y María Elena Pujols. En su interior sobresale la obra escultórica de la reconocida artista de la plástica Rita Longa, con el alto relieve en mármol de Carrara que aporta una solución renovadora y moderna a “La Piedad” de Miguel Ángel, incrementando su expresionismo el blanco de la imagen, sobre el fondo negro de la pared de granito.

 

 

 

Afirman los entendidos en la materia que la célebre autora cubana nos ha legado una “Piedad moderna”, que como tal hace descansar su efecto en la síntesis de los elementos del diseño. La obra se representa cargada de tensión y movimiento, “mucho más patética por la contención y el efecto de blanco contra negro”.

A partir del rectángulo se componen los diversos planos de la construcción funeraria. Sobriedad y distinción caracterizan el monumento, que constituye la variante sin cubierta dentro de la tipología funeraria capilla, donde sobresale la contraposición de los mencionados colores provocando un emotivo impacto sensorial.

 

 

 

Agregadas a la fachada dos celosías y una reja cierran con el muro una especie de portal. Penetrando la construcción, dos hileras de mosaicos negros nos dirigen hacia el altar. La reja soporta una cruz latina y nos inicia en la lectura del mensaje al coincidir en nuestro ángulo de visión con la imagen de La Piedad ubicada en el fondo. Se oculta al exterior la función sepulcral. Las dos bóvedas con sus respectivos osarios están cubiertas por tapas de granito negro.

En la capilla se han efectuado trabajos de limpieza y mantenimiento como parte de las obras de restauración de los monumentos funerarios, emprendidas por la Oficina del Historiador.