Capilla de Frank Steinhart, Cementerio de Colón

9 de agosto de 2013

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Zenaida Iglesias Sánchez

Capilla de Frank Steinhart
Cementerio de Colón
Cuartel N.E., Cuadro 1, Zona de Monumentos de 2da. Plaza Central.

La Capilla Steinhart guarda los restos mortales de quien fuera importante personalidad en la vida política y socio económica de la isla: Frank Steinhart, judío norteamericano que llegó a Cuba a finales del siglo XIX y se desempeñó a principios del XX como Cónsul General de los Estados Unidos, cargo que abandonó para vincularse a la esfera del transporte como Presidente y Director de la Compañía de Tranvías en La Habana. Acaudalado propietario que se convirtió en uno de los magnates industriales más poderosos de su época. Junto a él yace su esposa Alice Ledden Steinhart.

En 1925 se iniciaron los trámites para comprar el terreno y construir el monumento. En los años ’30 finalizaron los trabajos, ubicándose muy próximo a la Capilla Central del camposanto. La construcción funeraria, de marcado eclecticismo y considerada una de las primeras en su estilo, debe su autoría al arquitecto Honorato Colete, y al escultor Juan José Sicre se debió el bajo relieve escultórico que destaca a distancia sobre el dintel de la puerta.

El contraste  entre el color y la textura de la piedra y el granito pulido enfatizan la verticalidad del monumento a través de aristas que recorren la fachada desde la base hasta la parte superior. La definición de su estilo se localiza en la disposición de los volúmenes al exterior que le confieren al conjunto de la fachada una cierta continuidad rítmica, sobre todo en las partes esquinadas, concatenadas por la hábil reiteración de una línea zigzagueante.

En el interior de la capilla, se disponen en los laterales, dos grandes sarcófagos de granito. El espacio entre las bóvedas conforma el techo de la cripta que de esta manera, está situado por encima del nivel de la acera. Esta característica, y el hecho de estar construido el piso interior con una reja calada de metal, es lo que garantiza la circulación del aire en la cripta. Posee aberturas para la luz y la ventilación en los paramentos laterales y el interior, generalmente está revestido de ricos mármoles enchapados a la obra de cantería que forma la estructura.
El altar se ubicó al fondo y se ilumina por un amplio vitral de diversas tonalidades cromáticas en el que se ha representado la imagen de Santa Teresa, cuya veneración testimonian las numerosas monedas que, en ofrenda, dejaron los fieles sobre el suelo de la capilla. La puerta de entrada destaca a distancia, es de bronce y cristal; sobre cuyo dintel se eleva un bajo relieve escultórico, cuya la imagen estilizada reproduce en rasgos modernos la figura de un santo o un ángel.