Calvin Coolidge

13 de mayo de 2016

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Leonardo Depestre Catony

 

 

El republicano Calvin Coolidge fue hasta hace pocas semanas el único presidente norteamericano que visitara Cuba en el ejercicio de su mandato y ello ocurrió el 15 de enero de 1928.
El recorrido que hizo Coolidge antes de llegar a Cuba, su paso por la Península de La Florida y por último el arribo a La Habana, aparecen profusamente detallados en la prensa de la época.
El Heraldo de Cuba, uno de los diarios más importantes, lo reseña así:

“El presidente de la nación americana es un hombre de pocas palabras. En sus labios solo florece la sonrisa cuando goza de satisfacción o cuando desea dar muestra tácita de su asentimiento.
”No gusta de conversaciones largas y cuando habla es agradable y suave en sus juicios, sin que estos dejen de tener el tinte sajón de autoridad muy característico en los de su raza”.

Aun cuando el periodista es cuidadoso al redactar esta nota –no es conveniente desairar al poderoso vecino– hay algo evidente: el presidente Coolidge es una personaje gris, sin atractivos y, de no ser por su cargo, pasaría inadvertido en cualquier círculo de la sociedad.
Coolidge arribó en el acorazado Texas, cuyas maniobras de atraque siguió la multitud reunida en la Avenida del Puerto Algunas avionetas saludaron la llegada desde el aire. La Banda del Cuartel General del Ejército acompañó musicalmente el recibimiento y, sobre las cinco de la tarde, estrecharon sus manos los presidentes Calvin Coolidge y Gerardo Machado, cuya memoria es bien triste para los cubanos.
La visita se debió a la inauguración de la Sexta Conferencia Panamericana con sede en La Habana, a la cual asistieron los mandatarios de otras muchas naciones del continente. Los discursos de apertura los pronunciaron el lunes 16 de enero Machado y Coolidge, que como diríamos nosotros en lenguaje farandulero eran las dos grandes vedetes de aquel gran show.
De regreso a su país partió el martes 17, por la vía de Cayo Hueso. Es hoy día uno de los presidentes norteamericanos menos recordados, menos nombrados y menos conocidos.