Calle Paula o Leonor Pérez
28 de septiembre de 2020
|Centro Histórico Habana Vieja
La calle Paula tomó su denominación, debido a su proximidad al otrora hospital de mujeres, convento e iglesia de San Francisco de Paula fundado en el siglo XVII por el religioso Nicolás Estévez Borges. De esta antigua construcción, solo se conservó hasta el presente, un fragmento de su iglesia, restaurado y convertido en una pequeña y hermosa sala de conciertos. El hospital que aprisionó entre sus muros incontables y tristes historias, fue demolido, y es precisamente desde esta ubicación que comienza a correr la arteria de la que hablamos, hasta la calle Egido.
Forma parte del entramado urbano del sur de la ciudad, donde se estableció la población más humilde, no por ello residieron en sus inmediaciones algunos vecinos de la nobleza colonial, de ahí que los antiguos historiadores hacen referencia al conde de Jaruco y el marqués de Campo Florido.
En su magnífico libro Calles de La Habana, Manuel Fernández Santalices menciona al vecino María Zamora y Coronado, Regente de la Audiencia y autor de la legislación ultramarina, establecido en la esquina de Paula y San Ignacio, de ahí que durante un tiempo a este tramo se le llamó de Zamora; también vivió en esta calle don Vicente Oses y Pérez, agente fiscal de la Real Hacienda Petrorial de La Habana; y se radicó en sus inmediaciones la congregación religiosa del Apostolado del Sagrado Corazón de Jesús, fundada en 1891.
La calle Paula perteneció al antiguo barrio de Campeche, donde se reunían pardos, mulatas y negros, existieron cabildos africanos y se dieron bailes de cuna, por esto la caracterizó un ambiente peculiar; cuentan que en ella también vivió la magnífica trovadora María Teresa Vera, sus incontables melodías han quedado para la posteridad, como parte del patrimonio musical cubano.
Pero si algo distingue y acrecienta el valor histórico de esta típica vía es que, a pesar de haber perdido el encanto de la época colonial, se conserva restaurada y convertida en museo desde 1925, la casa natal de nuestro Apóstol José Martí; la casita de la calle Paula, la casita de Martí, como popularmente la llamamos todos los cubanos, por su apariencia diminuta. Aquí nació y vivió Martí con el incondicional amor de su querida madre, doña Leonor Pérez, por eso a la calle se le llamó después con su nombre, como homenaje de recordación.
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