Calle Obrapía No. 55 esquina a Baratillo. Antigua Casa de la Familia Pedroso

28 de junio de 2013

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Zenaida Iglesias Sánchez

Hoy: Hostal “El Comendador”.

Reabrió sus puertas recientemente el hotel “El Comendador” luego de una reparación capital efectuada en el centenario inmueble, la instalación se instaló en la casona colonial que perteneció a la familia Pedroso, muy próxima a la ribera de la bahía, en la esquina de las calles Obrapía y Baratillo. Privilegiada ubicación y peculiar encanto recibe el visitante cuando accede a su recinto para disfrutar de la intimidad y frescor de sus espacios interiores, el pequeño patio en medio de ruinas arqueológicas y el Bodegón “Onda”, siempre frecuentado por la delicadeza y exquisitez de sus platos.

La edificación que llega a nuestros días remonta su historia 400 años atrás, cuando el terreno se encontraba ocupado por varias casas más pequeñas y una carnicería, la más antigua de la ciudad. Estas desaparecieron y se reunificaron los terrenos para emprender una nueva fabricación en 1781 por el Alcalde  Ordinario don Baltazar de Sotolongo, quien la vendió 20 años después a Don Pedro Regalado Pedroso y Zayas  y durante todo el siglo XIX y parte del XX el inmueble perteneció a esta acaudalada familia establecida en La Habana, pero nunca la habitaron sino que la adquirieron para ser rentada, por eso estuvo ocupada por diferentes inquilinos y compañías comerciales que establecieron allí sus negocios.

Diversas modificaciones tuvieron lugar en el inmueble durante el siglo XIX pero la más importante se fecha en 1820, porque le otorgó la apariencia con que llega a nuestros días. También en los primeros años del siglo XX fue objeto de importantes reformas, para entonces en la planta baja se instalaron vidrieras para la venta de cigarros y tabacos, café, cantina, fonda y almacenes; mientras que los espacios del entresuelo se utilizaron como oficinas y el piso superior se conservó siempre como vivienda. Desde 1956 se convirtió el edificio en casa de vecindad, con el gradual deterioro del paso del tiempo y las múltiples transformaciones que hicieron desaparecer su aspecto original, hasta quedar en estado ruinoso. En estas condiciones fue rescatado por la Oficina del Historiador y su nutrido grupo de especialistas quienes llevaron a cabo su restauración.

A su valor arquitectónico los estudiosos le añaden el valor histórico, que le viene dado por haber pertenecido a dos Comendadores: don Pedro Regalado Pedroso y Zayas (Comendador de la Orden de Isabel La Católica) y don Pedro Regalado Pedroso y Pedroso, (Comendador de la Orden de Carlos III), lo cual determinó el nombre del hotel.