Boutique “Le Palais Royal”
26 de junio de 2015
|Edificio de la calle Obispo No. 402 esquina Compostela
Antiguo comercio “Le Palais Royal”
La calle del Obispo es una de las más antiguas del centro histórico habanero, y también una de las más transitadas. Eje comercial por excelencia desde el siglo XIX, acogió a todo lo largo de su recorrido, desde la Avenida del Puerto a la calle Monserrate, los más variados establecimientos comerciales, hoteles, bancos, librerías, centros de educación y ministerios, ganando gran popularidad.
Federico Villoch la describe como una calle típica de los trópicos, alegre y excitada, con algunos tenderetes casi sobre las aceras; bulliciosa y caldeada por una atmósfera ambarina de oro en polvo que tamizaba el sol a través de los toldos de lona que cubrían la vía en toda su trayectoria. Una calle, que por su elegancia, recordaba y era comparada con los grandes corredores comerciales de Europa. Desde fechas bien tempranas dominó el comercio minorista y se establecieron en ella los mejores bazares y comercios especializados de la ciudad.
Importantes casas comerciales como la “Villa de París”, “Le Palais Royal” o “el Correo de París”, consideradas entre las mejores de la ciudad, se instalaron en Obispo atrayendo numerosa clientela. A estas se sumaron otros establecimientos de reconocido prestigio y antigüedad.
El Palais Royal en la esquina de Obispo y Compostela, fue reconocido como una de las grandes y más famosas joyerías habaneras, destinada a la venta de valiosos objetos de lujo y hermosas alhajas, únicas en su tipo, que lucieron acaudaladas familias, haciendo gala de su poderío económico, en lujosos salones de fiestas.
Estos comercios evolucionaron con el paso de los años; entrado el siglo XX, se adicionaron elegantes vidrieras que a modo de escaparate exponían a la vista los mencionados artículos.
Luego del deterioro alcanzado en la segunda mitad de esta centuria, se llevaron a cabo a lo largo de su recorrido desde la década del ’90, trabajos de recuperación de edificaciones que se encontraban en desuso o muy mal estado. Tal es el caso del ejemplo que traemos a consideración en esta ocasión.
El caminante disfruta hoy de un ambiente singular en esta calle, que si bien poco se parece a la del pasado, desde horas muy tempranas y hasta el anochecer, se ve colmada de movimiento, voces, música y el andar de cubanos y turistas, que se mezclan apretados en su andar. En la actualidad, el edificio acoge a una boutique de especialidades, donde se venden variadas prendas de vestir, cuenta además con departamento de peletería y perfumería.
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