Antón García Abril

10 de julio de 2015

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Hamilé Rozada Bestard

Si el lector de este comentario es músico o vive en España, estoy segura de que conocerá la obra del excelente compositor García Abril, pero de no ser así, tal vez solo haya oído mencionar su nombre, desconociendo todo cuanto forma parte de su quehacer profesional, razón por la cual dedicaré a él mi comentario de hoy.
Nacido en Teruel, el 19 de mayo de 1936, comenzó a estudiar música a los diez años, en Valencia. Una década después, ya era alumno del Real Conservatorio Superior de Música de Madrid y, poco después, ingresó en la Academia Chiana de Siena, Italia, donde se graduó como compositor, director orquestal y en la especialidad de Música Cinematográfica.
A los veintidós años, García Abril evidenció su talento como creador, al resultar ganador del Concurso Internacional de Composición, convocado por la Academia Chiana, con su “Cantata a Siena”, para coro y orquesta. Un año después obtiene el Accésit al Premio Nacional de Música, por su “Colección de Canciones Infantiles”.
Pero el talento de García Abril no era solo como compositor, pues a los veinticuatro años obtiene, por oposición, la plaza de Profesor de Solfeo y Teoría de la Música del Real Conservatorio Superior de Música de Madrid, cargo en el que se desempeña hasta 1969.
No es posible enumerar la gran cantidad de reconocimientos que ha recibido este artista a lo largo de su trayectoria profesional, ni la extensa lista de obras estrenadas por solistas y agrupaciones de renombre internacional; pero tampoco puedo dejar de mencionar su participación en el Grupo “Nueva Música” que, en 1958, demostró que la música española podía transformarse hacia sonoridades más universales.
Además de la ya mencionadas, entre otras obras de García Abril que también han resultado premiadas podemos mencionar: “Homenaje a Miguel Hernández”, para barítono, piano a cuatro manos y quinteto de viento; “Cántico delle creature”, obra religiosa para cuarteto vocal, coro y orquesta; la comedia musical “Un millón de rosas”; “Concierto aguediano”, para guitarra y orquesta; “Evocaciones”, para guitarra; “Monsignor Quixote”, escrita para cine y una ópera basada en “Divinas palabras”.
Memorable fue el estreno de su “Salmo de la alegría para el siglo XXI”, con la Orquesta Nacional de España, el 28 de agosto de 1992, bajo su dirección, en el que actuó como solista la soprano Monserrat Caballé.
El catálogo de obras de García Abril incluye: partituras escénicas, para orquesta sola, para instrumentos solitas y orquesta, para voz y piano y voz con orquesta, para coro, para guitarra, música de cámara, obras pedagógicas, comedias, música incidental… Los cubanos han podido escuchar la música de García Abril (posiblemente sin saber que es suya) en series televisivas como: “Anillos de oro” y “Ramón y Cajal”. En el cine, al menos yo, no olvido “Los santos inocentes”.
Como usted ha podido comprobar, mi comentario está justificado.