Antigua Cámara de Representantes: Museo Palacio de Gobierno
26 de diciembre de 2019
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Cuando en 1929 quedó inaugurado el Capitolio Nacional, la Cámara de Representantes –al igual que el Senado, que radicaba en el Palacio del Segundo Cabo– se trasladó para la nueva y monumental sede, quedando el inmueble sin uso. Poco tiempo después, en 1930, la edificación fue ocupada por la Secretaría de Instrucción Pública y Bellas Artes, luego nombrada Ministerio de Educación. Fue en este sitio donde, el 3 de enero de 1959, el entonces Ministro de Educación, Armando Hart Dávalos, firmó la Resolución para la Campaña de Alfabetización en Cuba. El Ministerio ocupó el edificio hasta el año 1960, fecha en que se reubicó en la Ciudad Escolar Libertad, en Marianao.
Entre 1960 y 1984 el enorme edificio de dos cuerpos fue utilizado por diversas instituciones, entre ellas, el Departamento de Instrucción Revolucionaria de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, el Instituto de Geografía de la Academia de Ciencias de Cuba, y el Politécnico de Explotación Marítima y Portuaria Jacinto García Espinosa. En 1986 todo el inmueble fue entregado al Consejo de la Administración Municipal de La Habana Vieja, para que funcionase como su sede, y este traspaso no quedó formalizado hasta octubre del año 2010, cuando el edificio fue inscrito en el Registro de la Propiedad de La Habana Vieja como un bien del Estado Cubano asignado para el ejercicio de sus funciones a la Dependencia Interna del citado Consejo de la Administración Municipal de La Habana Vieja. Igualmente, una parte de la administración del inmueble fue asignada a la Oficina del Historiador de La Habana al dedicarse la planta baja al Museo Palacio de Gobierno. En este lapso, el edificio acogió con carácter transitorio al Museo de la Educación, ubicado antes en el Palacio Lombillo de la Plaza de la Catedral, y dedicado fundamentalmente a resaltar la significación histórica de la Campaña de Alfabetización, emprendida por el gobierno revolucionario cubano en 1961.
A mediados de la década de 1990 la Oficina del Historiador de La Habana, inmersa en el proceso de rehabilitación de La Habana Vieja, acometió la restauración de parte de este edificio: el cuerpo moderno y el salón de interconexión con el inmueble antiguo. Así, un fragmento del inmueble del siglo XX –la planta baja y el sótano– se convirtió en museo, mientras que el resto de la edificación se encuentra ocupada por el Consejo de la Administración Municipal de La Habana Vieja, que utiliza para sus actividades el hemiciclo, todas las oficinas de planta alta, el Salón de los Pasos Perdidos y el edificio con entrada por Muralla, señalado con el No. 1 de esa calle.
El 18 de mayo de 2000 se inauguró el Museo Palacio de Gobierno, perteneciente a la Dirección de Patrimonio Cultural de la Oficina del Historiador. La institución cultural cuenta, en planta baja, con el gran hall, cuatro salas museables permanentes, una sala transitoria, y el resto de los locales necesarios para su funcionamiento. En el 2017 inició un nuevo proceso de rehabilitación para reabrir sus puertas cuando La Habana cumplía sus 500 años, en noviembre de 2019.
La museología de la institución es de tema histórico, vinculado al uso original de la edificación, de ahí que en la mayoría de las salas se exhiban objetos referidos al funcionamiento de la República de Cuba en las primeras dos décadas del siglo XX, período en que la Cámara de Representantes radicó allí. En ellas se muestran piezas (trajes, retratos, mobiliario) pertenecientes a los tres primeros presidentes de la República –Tomás Estrada Palma, José Miguel Gómez y Mario García Menocal–, así como las primeras monedas de oro y plata que circularon en Cuba, condecoraciones y medallas otorgadas a los veteranos de las guerras de independencia. Destaca en el conjunto por su nivel de conservación, el despacho de la presidencia de la Cámara de Representantes, ambientado a semejanza de su época de uso. Posee muebles de estilo napoleónico que pertenecieron al rico hacendado y empresario Julio Lobo y en él la decoración con madera de caoba alcanza techos y paredes.
Una de las salas permanentes está relacionada con la situación educacional en Cuba en 1958 y las primeras disposiciones que adoptó el Gobierno Revolucionario, en 1959, con relación a la Campaña Nacional de la Alfabetización. También pertenece al museo el Vagón Mambí, coche ferroviario que utilizaban los presidentes cubanos para recorrer la Isla. Fue fabricado en los Estados Unidos en 1900 y traído a Cuba en 1912 por Horatio Rubens, entonces presidente de la Compañía Ferrocarriles Consolidados de Cuba. Es una verdadera casa rodante y una joya del patrimonio industrial de la nación.
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