Animales sorprendentes
16 de diciembre de 2016
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¿Sabías que las aves pueden verel campo magnético de la Tierra?
Pues sí, así es, por eso las aves migratorias saben a dónde van cuando vuelan de un extremo al otro del mundo en busca de mejores condiciones de vida.
Para encontrar el norte, los seres humanos utilizamos brújulas, y ahora, más modernamente un GPS. Pero las aves no, no requieren de toda esa tecnología, para orientarse solo necesitan abrir los ojos.
En un estudio llevado a cabo por investigadores alemanes de la Universidad de Oldenburg, se descubrió que los ojos de las aves contenían moléculas que les permitían “sentir” el campo magnético terrestre, se descubrió también que dichas moléculas están conectadas con un área cerebral que procesa información visual; quiere esto decir, que las aves ¡pueden ver! el campo magnético terrestre.
Durante muchísimos años, los científicos supusieron que las aves migratorias utilizaban una “brújula interna” para viajar entre sus zonas de anidación y los sitios donde pasan los inviernos, los que pueden encontrarse a miles de kilómetros de distancia. Ahora, ya sabemos cómo es que esta brújula natural puede funcionar. Para averiguar este mecanismo, los investigadores hicieron lo siguiente: utilizaron a la especie curruca mosquitera, Sylvia borin, que es un ave paseriforme de la familia Sylviidae, que se alimenta principalmente de insectos, aunque también puede ingerir bayas de las zarzamoras, y frutas como los higos. Tiene una distribución mundial y está ampliamente extendida por Europa, a excepción de Siberia, Islandia, Escandinavia e Islas Británicas. En España nidifica.
Una vez capturadas las currucas, le inyectaron un tinte especial en los ojos y en el cerebro. Dicho tinte podía ser rastreado mientras recorría el sistema nervioso. Hallaron que cuando los pájaros se orientaban, los dos tintes viajaban y se encontraban en el tálamo, una región en el medio del cerebro responsable de la visión, lo que evidencióla relación directa entre el ojo y una región del cerebro de las aves llamada “Cluster N”.
Esta conexión neuronal entre los ojos y el “agrupamiento N”, que es la parte del cerebro anterior que está activa durante la orientación migratoria, sugiere que las aves pueden realmente ser capaces de ¡ver el campo magnético de la Tierra! Es extraordinario.
¿Por qué los perros son tan obsesivos con el lugar donde hacen caca?
Porque los perros emplean una brújula interna cuando defecan. ¡Sí, así es! ¿Ha observado usted a su perro defecando? ¿No? Pues hágalo y vera que cuando un perro está defecando no puede ser interrumpido, es como si se tratara de una manía, el animal tiene que hacer “su necesidad” en una especie de armonía universal muy precisa, algo así como un feng shui que sólo los perros pueden entender. Es muy curioso.
Se observaron alrededor de unas 7,500 heces fecales de 70 perros de 37 razas diferentes. Los investigadores concluyeron que los perros defecan de forma consistente a lo largo del eje norte-sur del campo magnético de la Tierra, usando parece una especie de sensor magnético. Para comprobar estas observaciones “de campo”, introdujeron varios perros en una habitación donde interrumpieron el campo magnético, entonces observaron y constataron que los patrones de defecación de estos animales se descontrolaron volviéndose aleatorios. Bueno, pudiera ser, ¿por qué no?, ya vimos en el primer punto, la capacidad de muchos animales como sucede con las aves migratorias, de percibir los campos magnéticos terrestres.
Las arañas son expertas de la electricidad estática.
Sabemos que una telaraña es una estructura construida por una araña con su seda de araña de naturaleza proteica y que es expulsada a través de sus hilanderas.La araña, después de tejer su tela, esperará, sobre o alrededor de ésta, a que una presa quede atrapada. La araña puede sentir el impacto y el forcejeo de una presa por las vibraciones transmitidas a través de las líneas de la tela. Dichas telas contienen filamentos curvos suspendidos en el pegamento utilizado para atrapar sus presas. De este modo reducen el riesgo de quebrar la telaraña al atrapar insectos de gran tamaño ya que el filamento curvo se expandirá en el momento del impacto absorbiendo la tensión desencadenada.
Pero, no imagines que sólo actúa la telaraña pegajosa, no, hay más. Gracias a la electricidad estática, las telarañas realmente revelan una forma muy peculiar de conseguir alimento. Por ejemplo, cuando un insecto agita sus alas tiende a perder electrones y adquiere una carga positiva, si esto sucede cerca de una telaraña que en la práctica está neutra o cargada negativamente, entonces, la telaraña responde a la presencia de la positividad generada y, literalmente, atrae hasta ella a la fuente generadora (el insecto) atrapándola como si fuera una red de pesca con autonomía. Es asombroso, sin dudas.
Las cucarachas y lagartijas son maestros del parkour.
¿Pero qué es el parkour? Parkour, palabra de origen francés, también conocido como l’art du déplacement (el arte del desplazamiento), es una disciplina o filosofía que consiste en desplazarse de un punto a otro lo más fluidamente posible, usando principalmente las habilidades del cuerpo humano. Esto significa superar obstáculos que se presenten en el recorrido, tales como vallas, muros, paredes,en ambientes urbanos, y también árboles, formaciones rocosas, ríos, en ambientes rurales. Esta habilidad ha sido descrita y nombrada para los seres humanos y a los practicantes masculinos del parkour se les llama traceurs, mientras que a las féminas se les denomina traceuses.
Esta habilidad, puede aplicarse a algunos animales como las cucarachas y lagartijas.
¿Te has fijado cómo una cucaracha huidiza se aferra a la orilla de la superficie con sus patas traseras, y en seguida, usan su torso para balancearse por debajo hasta que quedan a salvo? ¡No se cae!Eso no debería ser posible. Es un acto de desaparición total que desafía al más inteligente ser humano. Muy curioso.
La avispa oriental, Vespaorientalis, se “alimenta” de energía solar.
Algunos científicos observaron que cuando muchas de estas avispas eran sometidas a la luz ultravioleta entraban en un acto acelerado de actividad. Al examinar las muestras de tejido de las avispas bajo un microscopio, descubrieron estructuras especializadas sobre el exoesqueleto, extremadamente eficientes para colectar luz solar y convertirla en energía.
Sin embargo, se sabe que estas avispas no poseen una fisiología basada exclusivamente en energía solar, pues necesitan alimentarse como cualquier animal. Entonces los investigadores se preguntaron ¿en que emplean esta energía las avispas? Llegaron a la conclusión que transfieren parte de esa energía a los músculos que actúan sobre las alas, y el resto hace las veces de “ventilador”. Los expertos descubrieron que aunque estas avispas prosperen en ambientes calientes y soleados, poseen una temperatura corporal baja, lo que sugiere que convierten el exceso de luz solar en electricidad para auto calentarse. Pero, además, en la fase de capullo esta propiedad fotoeléctrica, se aprovecha para captar la luz solar y mantener a las pupas calientitas, ayudándolas a desarrollarse plenamente. Es sorprendente, seguro.
Se me ocurre pensar: ¡Qué magnífico sería y aún más fácil si nuestros humanos cuerpos funcionaran directamente por energía solar!
Recordemos que…“la Naturaleza inspira, cura, consuela, fortalece y prepara para la virtud al hombre”. Solo hay un modo de que perdure: respetarla y servirla.
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