Andar en coches
11 de abril de 2014
|Es costumbre, desde hace muchos años, entre los bayameses y cardenenses, pasear en coches por sus viejas calles. Pero, en la capital ¿cuándo apareció el primer coche?
En el lejano año de 1626 sobraban los dedos de las dos manos para contar los miles de habitantes que vivían en la villa de San Cristóbal de La Habana y el 16 de septiembre de ese año llegaba a esta ciudad el maestre de campo don Lorenzo Cabrera y Corbera, Caballero de la Orden de Santiago como trigésimo tercer gobernador español.
Durante su gobierno se mejoraron las fortificaciones de la ciudad y se atrincheró toda la orilla de la bahía, pero no fue por sus labores en la defensa de la villa por lo que traigo a don Lorenzo a esta sección, sino por ser el primero en pasear las calles habaneras en un coche.
Hacía años que se había generalizado entre los criollos el uso de las sillas volantes que no eran más que cajas cerradas con largas barras tiradas por esclavos. A este primitivo medio de transporte se le adicionó un caballo adelante y dos grandes ruedas atrás, y de este modo se establecía la volanta.
Los quitrines se introdujeron a principios del siglo XIX con la ventaja de que se podía cubrir o descubrir el vehículo a voluntad del pasajero por medio de un fuelle. En 1838 rodaban por esta capital alrededor de cuatro mil carruajes sin contar los medios colectivos.
Con el tiempo las volantas y quitrines se fueron sustituyendo por los actuales coches, un número de los cuales acostumbramos ver por las calles habaneras bajo la tutela de la Agencia de Viajes San Cristóbal de la Oficina del Historiador de la Ciudad.
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