Aldo Gamba
21 de octubre de 2024
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La inauguración oficial del monumento del Generalísimo Máximo Gómez en Avenida de las Misiones, a la entrada de la bahía habanera, en la mañana del 18 de noviembre de 1936, culminó un proceso de veras largo, iniciado cuando en 1916 se convocó a un concurso internacional de artistas y se asignó la cantidad de 20,000 pesos para la ejecución del diseño premiado.
El proyecto ganador correspondió al italiano Aldo Gamba.
El artista visitó el país más de una vez. Por ejemplo, el 9 de enero de 1921 Aldo Gamba se hallaba en La Habana y respondía preguntas acerca de los avances de la obra:
“Durante mi estancia en Roma he hecho el grupo de los Caballos del Sol o La aurora de la libertad. Como recordará, son cuatro caballos y tres mujeres, y ocupan en el monumento la parte frontal.”
Gamba se quedó por algún tiempo entre nosotros y los periodistas se olvidaron de él. Pero el domingo 25 de septiembre de aquel año volvió a ser noticia en los diarios y ahora con tintes sensacionalistas. Leamos esta nota de prensa:
“Desesperado ante la negativa de una linda joven inglesa, para que se fuera con él a Italia, el artífice la emprendió a tiros contra ella, tratando de suicidarse después.”
Pero el tiempo pasó y catorce años después, el 15 de noviembre de 1935, Gamba arribaba de nuevo. “Muy estimado en nuestros medios sociales y artísticos”, así reseñaba un diario.
El día señalado para la ceremonia de inauguración del monumento del Generalísimo, el 18 de noviembre, fecha de natalicio del héroe, estaban presentes en la explanada frente al mar, la señora Margarita Gómez Toro, hija del Generalísimo; el presidente de la República y veteranos luchadores por la independencia o compañeros de armas de Gómez, además de muchas personalidades extranjeras.
Las miradas de todos, incluidas las del nutrido público asistente, tuvieron aquella mañana por centro a dos figuras. Una, la gigantesca en bronce sobre pedestal de mármol, descubierta, con la mirada en alto, una mano refrenando las bridas del caballo en tanto la derecha sostiene el sombrero. Y la otra, la del escultor Aldo Gamba, sereno y satisfecho.
Este artista es también autor de La fuente de las Musas, colocada en el cabaré Tropicana. Gamba llevó una vida agitada. Su muerte es todavía un misterio y se afirma que ocurrió en un campo de concentración en 1944, durante las fechas de la Segunda Guerra Mundial. Para entonces tenía 63 años.
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