Alberto Santos Dumont
3 de abril de 2019
|
El aeronauta brasileño Alberto Santos Dumont arribó a La Habana el 3 de octubre de 1915, procedente de España. Como hacía algunos años que se hallaba retirado de las prácticas aéreas, su llegada, pese a la gloria indiscutida que acompañaba a su nombre, no fue motivo de mucha difusión. No obstante, la prensa incluía una fotografía, así como una muy gráfica descripción del visitante: de estatura pequeña, trigueño, con bigote, frente alta y ancha calva, hablaba español con un dejo foráneo; en cuanto al carácter, afable, sencillo y “sin esa pose fotográfica de casi todas nuestras figuras en todos los órdenes de la vida”, según apreciación del reportero de El Mundo.
De una entrevista concedida entonces, entresacamos estas opiniones proféticas:
“El porvenir es del aeroplano. Es muy superior al zepelín y se ha demostrado en demasía. El zepelín solo ha matado mujeres y niños. El aeroplano es mucho más efectivo y son extraordinariamente maravillosos sus servicios de dirección y observación para la artillería”.
También expresaba: “La Habana me recuerda mucho al Brasil, que visité después de muchos años de ausencia, hará como un año. El sol, las calles, las construcciones, el mismo pueblo tiene una semejanza intensa”.
Y galante agregaba: “Yo encuentro a la mujer cubana como el galardón más valioso de este suelo tropical”. (Aquí se adicionaba, a manera de chisme, que el aeronauta era soltero.)
El Automóvil y Aero Club de Cuba le obsequió un almuerzo de bienvenida y lo invitó como espectador a las exhibiciones aéreas ofrecidas en el mismo. En sus palabras de agradecimiento, Santos Dumont dijo, respecto a la posición geográfica de Cuba, que esta era como “un aeródromo situado entre las dos Américas”.
El aeronauta permaneció alojado en el hotel Inglaterra hasta el día 6 de octubre de aquel año de 1915, cuando reembarcó hacia Estados Unidos.
Santos Dumont pasó de nuevo por la capital el 5 de septiembre de 1919. Iba camino de Francia, aunque aprovechó la ocasión para pronunciar palabras de encomio por la primera Escuela de Aviación de Cuba, fundada el año anterior para contribuir a la causa de los Aliados en la Primera Guerra Mundial.
Honrado con el grado de Oficial de la Legión de Honor Francesa y recibido en su país como un héroe, Santos Dumont fue una de las celebridades latinoamericanas más conocidas en Europa. Murió en Brasil el 24 de julio de 1932.
Galería de Imágenes
Comentarios