Actitudes y aptitudes
15 de junio de 2018
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Cualquiera diría que las actitudes y las aptitudes son lo mismo, porque se escriben y pronuncian de forma muy similar, sin embargo, son diferentes, muy diferentes, aunque se encuentran en el camino muchas veces, para bien o para mal. Trataré de no ser muy “ladrilloza” con conceptos científicos complicados, así que –como habitualmente hago– voy a ayudarme con ejemplos.
Las actitudes son conductas, comportamientos, por lo que si vas a conocer a la suegra, tendrás una actitud amable, educada, respetuosa y no quiero decir que estés tratando de engañar al “dragón”, sino que todos tenemos un repertorio de actitudes que están guiadas por la motivación, o sea, el interés e importancia que le das a la situación, la concentración que le pongas, la firmeza o sea, si se mantiene en el tiempo y por supuesto, las emociones.
Todo esto depende de lo que la situación te inspire, y les aseguro que las actitudes falsas no son tan difíciles de identificar, porque tienen estos componentes que describí y no todos tienen dotes histriónicas que puedan mantener durante mucho tiempo, y la actuación o actitud en tono de falsete es bastante identificable, aunque es posible que se necesite un poco de tiempo para observar y llegar a una conclusión.
Ciertamente todos tenemos diferentes actitudes ante los más diversos entornos, personas y situaciones, y las emociones las matizan permanentemente, es decir, nos hacen más o menos motivados ante el asunto o persona que nos interesa en particular, y fundamentalmente, las actitudes se aprenden, se educan, se adquieren y se repiten en las diferentes situaciones. Si estás desmotivado, disperso, tenso, ambiguo e inseguro, entonces la actitud no se mantiene en el tiempo y es claramente identificable como falsa, y ahí, la suegra tendrá razón cuando dijo “no me convence”, aunque hay que reconocer que tal vez el ejemplo nos haga reír porque se dice que las suegras siempre tienden a pensar mal, pero como eso no está comprobado científicamente, lo podemos pasar por alto.
Por otra parte, las aptitudes tienen un componente biológico muy fuerte, por lo que la Madre Natura tiene un papel primordial y como le digo siempre a mis estudiantes: ”yo quisiera cantar como María Callas, pero lamentablemente ahí no puedo agradecer nada a la genética”, porque ni tan siquiera en la ducha soy capaz de cantar, por lo que en pocas palabras, tener aptitudes es tener condiciones, ser apto para realizar una actividad, aunque también necesite entrenamiento, estudios, práctica, porque ya sea un pianista, un maestro, un carpintero, una modista, precisa de entrenamiento, mayor o menor, en dependencia de de complejidad de la actividad, y en muchas ocasiones se precisan años para lograr desarrollar la aptitud completamente.
Ahora bien, ¿en qué momento se entrecruzan las actitudes y las aptitudes? Pues en la motivación, intereses y posibilidades sociales. Recuerdo que tuve hace años dos estudiantes, que eran físicamente muy diferentes: una alta y delgada y la otra, bajita y gordita, sin embargo esta última tenía una magnifica actitud hacia la práctica del Taekwondo, pero no tenía aptitud física por su biotipo y por mucho que se esforzaba no lograba adquirir las habilidades, mientras que la otra joven que tenía la aptitud por el biotipo, no tenía el más mínimo interés ni motivación para practicar ese deporte, así que una tenía actitud y no aptitud y la otra, todo lo contrario, tenía aptitud y no actitud.
Lo ideal es cuando ambas coinciden porque sé que la Callas, aún teniendo excelentes cuerdas vocales para el canto lírico, tuvo que aprender, practicar y esforzarse mucho, lo que quiere decir que para llegar a ser una gran cantante, tuvo que tener una actitud motivada, concentrada y constante, firme durante años, y todo esto acompañado de emociones satisfactorias, ya fueran positivas cuando lograba el resultado esperado o negativa cuando fallaba, porque así es la vida, hay éxitos y fracasos, pero todos son útiles si nos llevan a tener una actitud dirigida a conseguir la meta deseada por mucho esfuerzo que tengamos que hacer, porque ya saben, lo importante es siempre lo más difícil de conseguir, pero ¡cuidado! asegúrese tener la aptitud correcta.
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