20 de febrero “Día Internacional del gato”. ¿Son los gatos animales depredadores? Josefina Cao López
23 de febrero de 2018
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Seguimos celebrando el Día internacional del gato, ofreciendo a nuestros lectores algunas otras de sus características.
El gato doméstico fue denominado Felis catus por Carolus Linnaeus en su obra Systema naturæ, de 1758. Johann Christian Daniel von Schreber (1739 – 1810, naturalista alemán, discípulo de Carlos Linneo) llamó Felis silvestris al gato salvaje en 1775. Hoy se sabe, sin embargo, que constituye una de las subespecies del gato salvaje. En la opinión Nº 2027, publicada en el V. 60 (Parte I) del Bulletin of Zoological Nomenclature (31 de marzo de 2003), la Comisión Internacional de Nomenclatura Zoológica confirmó la utilización de F. silvestris para denominar al gato salvaje y F. silvestris catus para las subespecies domésticas.
¿Por qué el gato está incluido en la lista “100 de las especies exóticas invasoras más dañinas del mundo”, propuesta por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.
Se ha documentado que en las islas, por ejemplo, estos felinos han contribuido a la desaparición de unas 33 especies de pájaros, mamíferos y reptiles catalogados en peligro de extinción. Es que son magníficos depredadores, siendo sus presas potenciales más de cien especies diferentes de animales. Bajo ese aspecto apacible, son temibles asesinos que matan cada año a cientos miles de millones de pájaros y mamíferos en diferentes ciudades del mundo.
Hemos conocido a través de un trabajo publicado en la revista británica Nature Communications, realizado por zoólogos estadounidenses del Smithsonian Conservation Biology Institute de Washington, que evaluaron con precisión los daños provocados por los gatos domésticos sobre la fauna salvaje en Estados Unidos. Según sus estimaciones, los gatos estadounidenses matan anualmente entre 1.400 y 3.700 millones de pájaros y de 6.900 a 20.700 millones de mamíferos. Hallaron que la mayor parte de esta matanza (69% en lo que se refiere a los pájaros, 89% en el caso de los mamíferos) se debe a los gatos errantes, que viven en estado salvaje o son alimentados por el hombre sin estar bajo su control. Dijeron que hay unos 84 millones de gatos domésticos en Estados Unidos, y entre 30 y 80 millones de gatos errantes. Explicaron que la masacre causada por los mininos “podría ser la principal causa de mortalidad antropogénica (ligada a la actividad humana) en Estados Unidos”, y señalaron también que es probable esta sea mucho más elevada de lo que se cree en otras regiones del mundo.
El grupo de investigadores instó a establecer políticas de conservación adecuadas para preservar a la fauna salvaje del otro amigo del hombre.
Este como muchos otros estudios realizados con anterioridad abre el debate si de verdad son los gatos “tan fieros como los pintan”, cualquier dueño de gatos sabe perfectamente que los gatos tienen un instinto de caza muy grande y que cazar es parte de su vida. ¿Es cierto que los gatos son “destructores de fauna”? Comprobar que el gato es el verdadero depredador de una presa a veces es complicado. ¿Quién sabe si el pájaro que lleva en la boca no estaba ya muerto?…o por el contrario ¿se ha comido al pájaro y no queda rastro, siendo imposible su anotación?
Una interesante iniciativa griega ha colocado cámaras en los collares de 60 gatos para observar sus hábitos durante 7 a 10 días. Aunque el tiempo de estudio es muy corto, este estudio (http://www.kittycams.uga.edu/index.html) ha permitido observar algunos hábitos interesantes de los felinos domésticos. Los resultados indican que sólo un 44% cazaba, y que la mayoría eran mamíferos pequeños, reptiles e invertebrados. Además se observaron alarmantes conductas en estos felinos, como cruzar carreteras, beber de sitios nada recomendables, entrar en lugares peligrosos y otras serie de peligrosas situaciones.
Las interacciones entre los animales que pueblan un ecosistema son complejas y muy interrelacionadas. Los gatos ocupan un lugar preferente como depredadores naturales, cuestión esta que ha ocurrido siempre, y por tanto, es natural que existan en un ecosistema sano, como controlador de plagas. Sin embargo, el hecho de que puedan actuar negativamente, tiene un factor humano muy grande, ya que somos nosotros los que hemos creado ecosistemas aislados, frágiles y desestabilizados. Esta fragmentación es debida al avance de las ciudades, carreteras, plantaciones… etc. La eliminación de especies mediante venenos provoca también desestabilización del ecosistema, así como la introducción de especies extrañas en ecosistemas diferentes. ¿Tienen en cuenta estos estudios sobre depredación felina el nivel de degradación de la zona estudiada?
Bueno, los dejo con estas reflexiones para que sean ustedes mismos, amigos lectores, los que investiguen, analicen y además observen a sus gato, cómo se comporta, qué hace cuando anda por los tejados vecinos, en fin, y no olviden que:
“…la naturaleza inspira, cura, consuela, fortalece y prepara para la virtud al hombre”. Sólo hay un modo de que ella perdure: respetarla y servirla.
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