170 años de José Martí: “Pobres y ricos”
11 de abril de 2023
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Bajo ese título publicó José Martí un artículo en su periódico Patria el 14 de marzo de 1893, en el cual evidencia una vez más su extraordinaria capacidad comunicacional para atraer y convencer a sus lectores. Claro que la gran mayoría de ellos eran seguramente cubanos de convicciones patrióticas, lo cual, sin embargo, no disminuye la capacidad martiana para dialogar y circular ideas que lo mantuvieron como el principal ideólogo y líder del independentismo.
Cinco párrafos conforman el texto, de los cuales los tres primeros se dedican a explicar cómo la Guerra de los Diez Años y transformó la vida y las posturas de ambos sectores de la sociedad insular: de los pobres y de los ricos. Desde la frase inicial, que es una valoración de la contienda, el periodista incita a la lectura cuando simplemente dice “Es la gloria de nuestra guerra.” Qué es esa gloria lo explica a continuación por varias líneas; el esclavo se amigó con el amo porque ambos dieron cara a la muerte. Y la marcha al exilio hizo crecer al pobre porque hizo visible su “oro interior” al abrirle espacios de acción social. Y el cubano rico, a su vez, “ha purgado en el sacrificio y el trabajo la fuente tal vez criminal de su fortuna.” Y, tajantemente, afirma Martí: “el decreto de emancipación de los esclavos aseguró para siempre la paz de Cuba en la independencia.”
“¡Ah, pobres y ricos!”. Tras esta frase suelta relata en los dos párrafos que siguen dos ejemplos demostrativos de sus juicios. Uno narra cómo un obrero de la tabaquería La Rosa Española al enfermarse y no trabajar en la semana de entrega del salario diario al día de la patria, pidió prestado para “cumplir el deber de dar a sus hijos un pueblo donde pueda aspirar y vivir…” Y ese hombre bueno”, que no sabe “latines ni alemanes” demuestra “que no quiere la vida sin la dignidad.” Y declara Martí: “Ese es el pobre de Cuba.”
En el párrafo final cuenta su experiencia personal cuando, acompañado del general mambí Carlos Roloff, fueron los dos a ver al rico cubano Don Miguel Cantos y le solicitaron su ayuda para el barco y las armas de la expedición que iba a dirigir Calixto García para incorporarse a la Guerra Chiquita en 1880, quien, tras oír a Martí, le echó el brazo por el hombro diciendo: “¡Vamos, hijo; ya tienes todo: ya tienes el barco, ya tienes las armas!” “Y un hombre solo pagó la expedición. Don Miguel Cantos, que es polvo hoy, será mañana monumento. Si tuvo esclavos primero, redimió esclavos después. Así fue un rico de Cuba.”
Dos conclusiones quedan claras de este texto en Patria: Martí aúna a ricos y a pobres en la causa independentista porque todos los cubanos de bien y de patriotismo, más allá de sus ingresos, debían colaborar en la causa por la nación libre y soberana, la que a su vez, en la concepción del Maestro, sería la república nueva para todos y la que aplicaría toda la justicia.
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