170 años de José Martí: el delegado rechaza a Estados Unidos

18 de agosto de 2023

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Pedro Pablo Rodríguez

 

 

No fue tan silencioso el enfrentamiento martiano al imperialismo estadounidense. El periódico Patria en su edición del 19 de agosto de 1893 incluyó dos textos suyos dedicados a exponer su postura como líder de los patriotas ante la crisis económica que entonces afectaba a Estados Unidos.

En el primero y más extenso, titulado “La crisis y el Partido Revolucionario Cubano”, Martí plantea la tesis de que esa conmoción económica aceleraba la necesidad de la guerra independentista para Cuba y Puerto Rico. Para él era “un grande error” reunir dos cosas “totalmente distintas”: la pobreza padecida por los emigrados cubanos, “por causas independientes de la revolución” “y la marcha firme e independiente del Partido Revolucionario.”

Somete a la sociedad norteamericana a fuertes señalamientos críticos: “El Norte ha sido injusto y codicioso”; “En el Norte se agravan los problemas, y no existen la cardad y el patriotismo que los pudieran resolver; “El Norte se cierra y está lleno de odios.” En consecuencia llama a los cubanos “a la autoridad del pueblo en que se nace, y no a la agonía del destierro, ni a la tristeza de la limosna escasa, y a veces imposible.” Y lanza el grito de pelea: “A la patria de una vez. ¡A la patria libre!” Y aclara: ¡Al remedio único y definitivo. Para la guerra democrática y juiciosa de la independencia fue creado el Partido Revolucionario, y no se desviará de su objeto, que es hacer con democracia y con juicio la guerra de independencia!”

El otro escrito se titula “Pobreza y patria” y lo conforman dos extensos párrafos que sirven de presentación a un documento firmado por un grupo de patriotas cubanos y puertorriqueños residentes en Nueva York l—varios de ellos miembros del Partido Revolucionario— en el que cancelaban un mitin al que se había convocado a la comunidad antillana a fin de precaver acciones si la pobreza causada por la crisis económica en Estados Unidos afectaba a cubanos y a puertorriqueños. La suspensión la motivaba la propaganda colonialista acerca de la desolación y desorden de los emigrados.

El previo texto martiano acerca del llamamiento de los que califica como “antillanos nobles” explica amplia y claramente en qué consistía la crisis económica norteña a fin de evitar que en las islas se lesione la confianza en los emigrados y su capacidad para impulsar la tarea por la independencia. El Delegado insiste en que de todos modos se preparar la “guerra necesaria” Afirma Martí: “Al pobre, nadie lo angustia. Y si algún bribón le dice que, por ser pobre, ha dejado de amar la libertad, que por perder el asiento en la tabaquería ha perdido su amor de hermano al hombre, y el deseo de buscarle en tierra propia una casa feliz, y el dolor de la vergüenza de sus compatriotas oprimidos, y todo lo que hace la limpieza y dignidad del ser humano, el tabaquero sin sustento clavara de un revés contra la pared a quien crea que por haber perdido su jornal ha perdido la honra.”

Sin dudas, pues, el Delegado cortaba así el paso a la propaganda colonialista acerca de lo que ocurría entre los emigrados en el Norte. Y termina Martí afirmando: ¡nunca estuvo más viva la patria!” El Delegado siempre sagaz, perspicaz, atento a todo, ejerciendo con brillantez su autoridad en todo lo relativo a la patria y a su libertad.