Kubinka…
13 de mayo de 2021
|
Rusia y Cuba han dado muestras cotidianas de ser dos naciones amigas. El país euroasiático, el mayor del mundo territorialmente y la pequeña Isla en el Caribe, han forjado la amistad y solidaridad desde el nacimiento mismo de la Revolución Cubana, en 1959.
Entonces era la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, integrada entre otras naciones por Rusia, la que constituyó un paradigma para la naciente Cuba, que contó y ha seguido contando con la colaboración y la solidaridad de los gobiernos y el pueblo soviético y ruso, en lo que constituye el escudo defensor de las causas justas.
Cuba está presente en Rusia hasta en el imaginario de los grupos acrobáticos de las Fuerzas Aeroespaciales, esos que hicieron gala de su pericia y moderna tecnología en el reciente desfile por el Día de la Victoria contra el fascismo.
Un dato importante para llegar al intríngulis del asunto, hay que buscarlo en el nombre de kubinka que, aunque en ruso quiere decir cubana, es también el patronímico del aeródromo ubicado en la región de Moscú, donde se basan los Strizhi y los Russkie Vitiazi, aeronaves que impactaron al surcar el cielo de Moscú, por la maestría de sus pilotos y la exactitud de las maniobras realizadas.
En su actuación en el desfile, los llamados equipos de alto pilotaje mostraron su maniobra más famosa: el diamante cubano. En esta formación, cinco aviones Su-30SM y cuatro aviones MiG-29 vuelan a gran proximidad para dibujar en el cielo un rombo, es decir, una figura que simula a la piedra preciosa.
Toda esta pequeña y grande historia entre dos pueblos, explica la pregunta que hace el sitio digital ruso Sputnik, que tituló este martes su despacho noticioso: ¿Qué tiene que ver Cuba con el desfile aéreo del Día de la Victoria?
El aeródromo en cuestión lleva el nombre de Kubinka en homenaje al príncipe Iván Kubensky, prominente terrateniente local del siglo XVI.
Pero lo real —y maravilloso— en este desfile celebrado en Moscú, es que el «diamante cubano» o diamante de Kubinska es una maniobra única en la que participan 9 aviones cazas que vuelan a cientos de kilómetros por hora, separados cada uno a solo un metro de distancia.
Las naves militares del «diamante cubano» no se pueden mover durante la estratagema a más de 50 centímetros hacia la izquierda o hacia la derecha.
Creo estar seguro de que la amistad entre nuestros dos países, seguirá maniobrando circunstancias, con la exactitud mostrada en los cielos rusos el Día de la Victoria, sin apartarse ni siquiera 50 centímetros, de las razones y principios que la han cimentado.
Comentarios
