Mirada al periodismo científico en tiempos de COVID (II)
16 de abril de 2021
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Con Diana Rosa Schlachter, periodista del Sistema informativo de la Televisión cubana, y anfitriona del «Observatorio científico», espacio que ha tratado durante mucho tiempo de poner sobre el tapete la importancia de las investigaciones científicas para el desarrollo de toda sociedad y particularmente para la nuestra, continuamos conversando sobre las particularidades de ejercer un periodismo especializado.
En este tiempo de la Covid la avalancha de información por las redes ha sido abrumadora. Cómo valorarías este reposicionamiento que ha tenido el periodismo científico, sobre todo en la televisión, que en Cuba sigue siendo el medio masivo por excelencia, y también cuáles han sido las pautas que esta contingencia le ha impuesto a este trabajo.
Creo que este tiempo de la pandemia ha sido una oportunidad para los periodistas científicos. Ahora, lo importante es que ese lugar no pase de moda cuando pase la pandemia, sino que seamos capaces nosotros como periodistas de mantener esa información con el mismo rigor, con el mismo atractivo en los medios de comunicación, que las personas también manifiesten una necesidad por ese tipo de contenido, que desde los decisores se comprenda que ese tipo de información necesita tener un lugar sistemático en los medios de comunicación más allá de un escenario de crisis porque ayuda a comprender procesos que están todo el tiempo mediando en nuestra vida cotidiana.
Hemos tenido la oportunidad de probar algunas estrategias, y de comunicar temas muy complejos; recuerdo un Observatorio que dedicamos al diagnóstico, a hablar sobre PCR en tiempo real y test rápido, porque en ese momento las personas querían saber por qué uno puede ser más efectivo o más certero que otro, qué busca o qué puede encontrarse con cada uno. Creo que fue una oportunidad para demostrar que incluso se pueden utilizar tecnicismos, se puede explicar PCR “reacción en cadena de la polimerasa” y explicar qué es eso, y entonces darte cuenta por qué ese examen es especialmente útil en este contexto. Demostró que se puede trabajar con un lenguaje muy difícil, depende como tú lo expliques, y también la necesidad que puede tener esa persona que está del lado de allá de la pantalla de conocer y de comprender el proceso.
Tenemos también algo interesante, la interrelación a través de las redes sociales con diferentes usuarios y hubo algo que fue muy notable y es que en varios Observatorios nosotros combinábamos una información puramente científica con la respuesta a algunas de las informaciones falsas que estaban circulando en ese momento en Internet, sobre futuros posible tratamientos: si hacer gárgaras o tomar limón era la cura para la Covid- 19. Las personas nos preguntaban si eso era así; a veces las personas indignadas: bueno si ya las gárgaras de agua con sal evitan que el coronavirus puede entrar en el cuerpo humano por qué no lo estamos usando… Entonces teníamos nosotros la oportunidad desde la televisión y desde las redes de dialogar, y de contrarrestar ese tipo de información falsa que tanto daño hace; también porque conocer realmente un tema te ayuda a tomar decisiones informadas en tu vida. Si tú sabes que efectivamente cualquiera de esos remedios que estaban en la red es falso, pues entonces probablemente tengas una mayor conciencia a la hora de seguir las pautas que tu autoridad sanitaria te está orientando.
Realmente yo creo que ha sido una oportunidad para el periodismo científico, para demostrar el rigor, lo oportuna que puede ser la información científica, la necesidad de que los científicos y los periodistas tengan algún dialogo y que los científicos sean capaces de comunicar la ciencia. Es importante que esas investigaciones que están en diferentes escenarios, no solo el laboratorio, porque la ciencia se puede hacer en la calle, un sociólogo puede investigar en la calle y eso es ciencia social. Bien, pero esa ciencia que está en ámbitos más cerrados, en ámbitos académicos, que seamos capaces de transmitirlo de una manera clara, sencilla, amena, pero eso no significa que no sea rigurosa, que no lleve detrás un análisis, que no permita que las personas comprendan el mundo en el que viven de una mejor manera.
Diana Rosa, en este contexto de comunicación ha sido también muy interesante la naturalización de ciertos vocablos científicos.
Esta ha sido realmente una experiencia muy enriquecedora, la pandemia por supuesto, cómo ha sido un fenómeno de tanto impacto pues ha llegado también al lenguaje y ahí tenemos ejemplos de diferente naturaleza, yo diría tres áreas fundamentales.
Una de ellas, por ejemplo, es que hemos incorporado palabras que vienen de lenguaje científico y hoy son cotidianas, por ejemplo, asintomáticos, inmunidad, comorbilidades, el mismo nombre coronavirus. Todo esto viene de un escenario científico y lo hemos incorporado de manera natural en nuestro hablar cotidiano. Pero también tenemos neologismos, vocablos nuevos que han surgido en este contexto o que se han acuñado con mayor fuerza a partir de la Covid- 19, uno ellos son, por ejemplo, infodemia, que viene de información y epidemia y ha sido acuñada por la OMS precisamente para hacer referencia a ese volumen enorme de información, sobre todo en el ciberespacio, pero bueno en todos los medios que hay información muy valiosa, pero también otras que no es tan confiable.
Tenemos también que esto es un tanto simpático, bueno pues la creatividad de las personas en las redes sociales, un usuario de Twitter creó un covid-diccionario, y entonces ahí las personas desde un punto de vista humorístico empezaron a crear términos, por ejemplo, covidiota que se ha usado. Es por supuesto un término despectivo, pero para hacer referencia a las personas que no han seguido las medidas orientadas por las autoridades sanitarias y que son personas que de alguna manera pueden poner en riesgo a otros seres humanos por el alto contagio de tiene esta enfermedad. Quizá alguno de estos términos son un poco simpáticos, pero también te habla de un lenguaje que está vivo, que se está enriqueciendo todo el tiempo.
Hay algo importante aquí con el lenguaje y ya si va más con los medios de comunicación, el lenguaje también es generador de pensamiento y de aptitudes, comportamiento de los seres humanos. Al principio, por ejemplo, se decía neumonía de Wuhan y las personas entonces empezaron a sentir un rechazo hacia todas las personas de Asia, de China específicamente, se creó una discriminación, un estigma; como desde el lenguaje también podemos crear ese tipo de reacción en las personas por lo tanto, la OMS, sus autoridades con todo conciencia nombraron a la enfermedad Covid-19, (Co de corona, Vi de virus, D de disease (enfermedad en inglés), o sea, esto es sin aludir a ninguna región, a ninguna etnia, a nadie que se pudiera sentir de alguna manera estigmatizado por el nombre a la enfermedad. Esto pasó con la Gripe Española en 1918, ni surgió en España, no se conoce y al final España ha cargado de alguna manera con este nombre que no es muy grato, y fue simplemente porque España fue la que publicó mayor cantidad de información y se le puso gripe española, pero ya hoy todo eso se regula, se tiene en cuenta de una manera muy consciente porque sabemos que lenguaje construye también el mundo que conocemos y construye nuestro pensamiento, por lo tanto, se tiene mucho cuidado.
¿Qué más nos queda desde los medios de comunicación en favor de visibilizar la ciencia?
Creo que también nos queda desde los medios de comunicación ayudar a impulsar a que la ciencia se visibilice, necesitamos más periodistas jóvenes que se puedan interesar, pero esto también va estar determinado por lo que veas en esos medios, porque la ciencia tenga una presencia sistemática, respetada, que la sección de ciencia esté ahí cuando toca, que esté, que vean también un grupo de profesionales y de decisores que apuestan por el conocimiento científico, que analizan que la ciencia perfectamente puede estar en titulares más allá de un escenario de crisis, la ciencia es fundamental en los momentos de crisis, pero es fundamental para el desarrollo si queremos que sea realmente sustentable, un desarrollo equitativo. Si queremos que eso pase tiene que ser desde el pensamiento científico, desde el análisis, desde la crítica especializada, también necesitamos crítica a los procesos de nuestro país para que puedan avanzar desde el conocimiento, desde la investigación, que ese conocimiento que está en diferentes centros, en tantos se cerebros brillantes que tenemos en nuestro país pues que sea escuchado y que salga también a la luz en los medios, porque esa ciencia necesita también ser una ciencia reconocida, necesitamos que las personas se duelan también si pasa algo con un científico, como pasa con un artista, necesitamos que se entiendas que lo científico está incidiendo desde la vacuna que te pones hasta el plato de comida que llega o no a tu mesa, pues ahí está la ciencia, y este país se construye, este y el mundo se construye también sobre esa ciencia; que marque en las políticas de los países, que marque el pensamiento a nivel de nación. Yo creo que eso lo ha visibilizado la Covid, pero no puede quedar aquí, si queda aquí habremos fallado.
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