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“Derechos humanos” Made in Usa

7 de abril de 2021

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Como cada año –desde hace 40– el Departamento de Estado del gobierno imperialista de Estados Unidos ha emitido un titulado Informe sobre la situación de los derechos humanos en el mundo, excepto en los propios Estados Unidos; un engendro que responde claramente a la necesidad imperial de crear una plataforma documental que sirva para su utilización a los efectos de la política imperial, sus intereses y ambiciones.

Tal informe debe servir, por tanto, a los propósitos enloquecidos y absurdos de excepcionalidad que se suponen otorgados por la Divina Providencia como “destino manifiesto” al país imperial en que se convirtieron las 13 colonias británicas de América del Norte.

Y aunque el informe de marras data de hace cuatro décadas, la política estadounidense de dominio y saqueo al resto del planeta es bastante anterior y puede afirmarse que nace con los momentos fundacionales. Desde entonces a acá la historia está repleta de ejemplos ilustrativos de sus guerras de agresión, invasiones, sanciones ilegales y cuantas fechorías violatorias del derecho internacional puedan concebirse, de manera reiterada a lo largo de más de dos siglos y contra los más débiles.

Esa es la verdadera historia de los “derechos humanos” en cuanto a Estados Unidos se refieren y a su nefasto papel respecto a la humanidad toda. La memoria sagrada de los miles de jóvenes norteamericanos que cayeron en la lucha contra el nazifascismo no ha sido respetada por sus propios gobernantes.

En política interior, casi que mueve a risa suponer que en ese epicentro del imperio mundial –recién salidos del régimen de Trump– pueda hablarse seriamente del respeto a los derechos humanos, en medio del recrudecimiento de la inseguridad ciudadana y la brutalidad policial, el supremacismo blanco agudizado, la discriminación racial y antiinmigrante, las cuales con más de 4 millones de reclusos y –por si fuera poco– un país inundado de contagios y fallecidos por la pandemia COVID-19, que sobrepasa todas las cifras mundiales en ese terrible capítulo.

Justo es señalar que no fue solo el genocida Donald Trump el responsable de todo lo anterior, aunque agudizó muchas cosas que ya habían aparecido desde el nacimiento del Imperio y la propia naturaleza del sistema capitalista llevó a los extremos, como fue el neoliberalismo.

Como es de suponer, el informe yanqui sobre “derechos humanos” no tiene ningún valor legal ni jurídico internacional, ni está avalado por Naciones Unidas. Es un papel inmundo manchado por la sangre de sus propias víctimas.

Es un pretexto hipócrita y selectivo para justificar la política imperial de guerras de agresión, invasiones, sanciones y bloqueos. Es una falta de respeto a la inteligencia humana.

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