MERCOSUR: ante difíciles desafíos
5 de abril de 2021
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Se conmemoró el aniversario 30 del Mercado Común del Sur (MERCOSUR), cuando se suscribió el Tratado de Asunción por parte de los entonces gobiernos de Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay como miembros plenos. Chile y Bolivia se agregarían con posterioridad como estados observadores, aunque Bolivia se haya aún pendiente de la aprobación del parlamento Paraguayo para oficializar plenamente su ingreso.
Venezuela, como se recuerda, se haya arbitrariamente suspendida tras ser admitida y posteriormente separada al cambiar la correlación de fuerzas interna dentro del MERCOSUR, cando los regímenes neoliberales y proyanquis se convirtieron en mayoría dentro de esa organización.
Como consecuencia de lo anterior, MERCOSUR ha venido perdiendo gradualmente su protagonismo y razón de ser, dinamitado desde adentro por los gobiernos neoliberales que son precisamente los primeros enemigos de los propósitos integradores y solidarios que -al menos en lo económico y comercial-, parecieron estar entre los objetivos fundacionales del citado Tratado de Asunción.
No olvidar, sin embargo, que este acuerdo fue firmado en 1991 del pasado siglo -recién desintegrada la URSS y el campo socialista europeo-, en pleno auge del mundo unipolar, la hegemonía de Estados Unidos y el pregonado “fin de la historia”.
Razón para que fuera recibido, aún dentro de los marcos del mundo capitalista neoliberal y globalizado sobre esas bases, como un soplo de esperanza que desde los días del Pacto Andino no era visto tan cercano en Latinoamérica, particularmente en su Cono Sur.
Los resultados concretos del MERCOSUR y, por tanto, los beneficios que pueda haber tenido para los pueblos del continente y en especial para sus firmantes, son ambivalentes y están estrechamente relacionados con la composición de los gobiernos representados en su seno en cada uno de los momentos transitados a lo largo de 30 años.
Ahora Argentina trata de sacarlo del atolladero e intenta un regreso a sus propósitos originales. En su condición de presidente pro témpore encabezó la reciente sesión conmemorativa virtual, donde se hizo evidente que bajo el rótulo enmascarado de una llamada “Flexibilización”, los regímenes neoliberales que hoy representan a Brasil, Uruguay y Paraguay intentan mellar cualquier filo integrador o solidario que pueda quedarle al MERCOSUR y someterlo a las reglas de juego del capitalismo explotador y saqueador, que Estados Unidos en la región trata de controlar y retener.
Se trata de un propósito no solo económico o comercial sino político, de cuyo cumplimiento o no defenderá e3n definitiva el futuro del MERCOSUR, si logra o no rebasar con éxito los difíciles desafíos que tiene por delante.
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