Conociendo a los nutricéuticos

26 de enero de 2021

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Diana García García

 

 

El auge de la medicina naturista y la alimentación natural ha propiciado la aparición de una categoría de productos denominados nutricéuticos, los cuales representan la frontera entre los alimentos y los medicamentos.

Los nutriceúticos, también llamados alimentos funcionales, son alimentos que cumplen algo más que la simple función de aportar elementos nutrientes al organismo.

Adicionalmente, los nutricéuticos aportan además de su valor nutricional intrínseco, otras propiedades relacionadas con la mejora de la inmunidad, de los procesos digestivos y la protección frente a las enfermedades a través de los microorganismos vivos o los componentes especiales que contienen.

Conceptualmente se define como nutricéutico a cualquier sustancia alimentaria o parte de ella, que ocasiona un beneficio médico para la salud, incluyendo la prevención o el tratamiento de enfermedades.

Aunque son numerosos los nutricéuticos con propiedades fisiológicas y terapéuticas, los más conocidos son los que van dirigidos a prevenir las enfermedades cardiovasculares como el ácido omega-3 y los aceites de pescado, los que mejoran el sistema inmunitario y la flora intestinal como los yogures probióticos y los que previenen el cáncer, entre los que se incluyen las fibras vegetales, los antioxidantes y las vitaminas.

Aditivos alimentarios como la vitamina C, que se incorpora a los zumos de frutas, y el calcio y la vitamina D ,que se añade a la leche, no entran estrictamente dentro de la definición de nutricéutico, ya que solo tienen efecto fisiológico o terapéutico cuando previamente existe un déficit o carencia de los mismos debidos a una dieta inadecuada.

A pesar de que en los últimos años los nutricéuticos han ido ganando mayor atención, no existen suficientes evidencias científicas sobre la necesidad de administrar suplementos a la dieta, ni sobre la dosis precisa, ni a qué grupo de población debe recomendarse.

Por otra parte, la existencia de estudios que muestran que el contenido de un determinado nutriceútico en la dieta es eficaz, no implica que necesariamente su ingesta por separado vaya a lograr los mismos resultados.

Por ello, mantener una dieta balanceada, con una ingesta adecuada de frutas y hortalizas, sigue siendo hasta el presente la mejor recomendación.