Parque en San Ignacio y Lamparilla

26 de octubre de 2020

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Zenaida Iglesias Sánchez

Mural Turquía y La Habana

 

 

En la esquina de dos centenarias arterias –San Ignacio y Lamparilla– existió durante la colonia una antigua mansión que después de transformada durante el XIX y mutilada durante el siglo XX, no soportó los rigores del tiempo. La parcela quedó vacía y su aspecto se mostraba desaliñado e insalubre.

 

 

Las obras de rehabilitación de la Oficina de Historiador, que abarca inmuebles, espacios públicos y las calles que los enlazan, se extendieron a estas parcelas desocupadas, en unas se han levantado nuevos edificios y otras se reaniman proyectándose pequeños parques para el esparcimiento y descanso de sus vecinos y visitantes. En las respectivas calles, valiosas obras se ejecutan desde hace algunos años.

 

 

Por el 500 aniversario de La Habana se entregaron viviendas sociales, abrió sus puertas una residencia protegida para la tercera edad y diversos comercios en sus inmediaciones, pero esta esquina se vio engalanada con un parque de moderno diseño con bancos, luminarias y jardineras.

Poco después se vistió de gala

 

 

Un mural de azulejos donado por la República de Turquía se instaló en el muro que sirve de límite con el edificio colindante, regalo a la capital y el centro histórico en su pasado cumpleaños. El mural fue realizado por la Fundación Iznik. La historia de estas piezas se considera entre las más importantes artesanías de la nación turca desde el siglo XV, así lo explicó la Embajadora de esa nación el día de su inauguración, a la que asistieron autoridades de ese país y de la Oficina del Historiador.

 

 

De tal forma, la belleza de dos ciudades bañadas por el intenso azul del mar –La Habana y Estambul– quedaron atrapadas en el mural que hoy sirve de atractivo a todo el que pasa por estas calles y atraviesa el pequeño parque.