Casa en el callejón de Espada No. 14

14 de septiembre de 2020

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Zenaida Iglesias Sánchez

Antigua Casa del Obispo Espada.
Hoy: Librería Boloña. Publicaciones de la Oficina del Historiador de la ciudad.

 

 

Cuentan los historiadores, que la casa señalada con el número 14 del callejón de Espada perteneció al Obispo Juan José Díaz de Espada y Landa a principios del siglo XIX, para entonces no tenía la apariencia que llega a nuestros días, era una modesta casa colonial con cubierta de tejas, donde se estableció el prelado una vez llegado a la ciudad para desempeñar su labor religiosa, de ahí que la calle donde se encuentra y la misma edificación se identifique con su nombre.

 

 

Se tienen noticias de que corría el año 1895, cuando el señor Julio Trujillo, compró dos casas de mampostería y tejas que ocupaban estos terrenos, reunificando ambas para formar una sola edificación, que pasó a su familia en herencia después de su muerte.

 

 

En 1922 el señor Manuel Bermúdez y Pasos compró este inmueble, adjudicándose más tarde a León Funk Han, natural de Cantón, China y conocido por su nombre castellano Cesar Víctor Maza. Se comenta que, en las primeras décadas del pasado siglo XX, los altos se destinaron a vivienda, mientras que en los bajos se instaló algún establecimiento comercial, lo que se hizo frecuente en los edificios de la ciudad.

 

 

Pasado el tiempo abandonó su función original y se fue deteriorando progresivamente. Un proyecto de restauración para el edificio llegó a cargo de los especialistas de la entonces Dirección de Arquitectura Patrimonial de la Oficina del Historiador, a finales de la década de 1990. A partir de entonces se convirtió en la sede de la sociedad italiana “Dante Alighieri”, adaptándose los espacios a las actividades docentes y culturales que allí desarrolló la institución, hasta que se trasladó a su nueva sede en el callejón de Jústiz.

 

 

En la actualidad acoge un nuevo uso, como librería de la editorial “Boloña” de la Oficina del Historiador, aquí puede adquirir el interesado los valiosos volúmenes que se publican por tan prestigiosa institución. El edificio muestra su mejor imagen en el callejón reanimado por parte de los trabajadores por cuenta propia que allí han abierto sus locales. Rincón pintoresco de la Habana colonial que atrae la mirada de todos los caminantes.