Calle Merced
10 de agosto de 2020
|Centro Histórico la Habana Vieja
La calle Merced comienza a pocos pasos de la Alameda de Paula, en la calle Oficios y termina en la de Egido, muy próxima a la otrora Puerta del Arsenal.
Debe su nombre a la construcción religiosa que se levanta en su recorrido, la iglesia de Nuestra Señora de La Merced, que tiene su entrada principal por la calle Cuba. Las festividades del templo caracterizaron su entorno y la plazuela que se abre a su frente.
Recuerda Santalices en su libro Calles de la Habana…, que Cirilo Villaverde en su novela Cecilia Valdés, se refiere a estas festividades, narrando que se extendían por el espacio público y dicha calle Merced, donde se ubicaban los puestos muy humildes, para la venta de baratijas y confituras, en el siglo XIX.
En su recorrido, cada esquina tomó un nombre bien peculiar, debido a un propietario, establecimiento comercial o accidente natural, por ejemplo, la de Compostela, se llamó la esquina del zapato, por una muestra que indicaba la zapatería ubicada allí.
Se considera una vía pintoresca y principal dentro del antiguo barrio de Campeche, hacia el Sur de la ciudad. En esta arteria abundaban los “bailes de cuna”, muy de moda entre la “gente de color” criolla en la etapa colonial y sobre todo durante los días festivos de feria, al que asistían las personas de la clase más humilde.
Lo cierto es que la calle Merced ha sido precisamente, una arteria que agrupó a vecinos generalmente humildes, sin que faltase durante la colonia la presencia de una familia acaudalada que allí construyera su magnífica mansión, como es el caso del conde Montalvo, quien hacia 1870 se estableció con su familia en la esquina de Merced y Cuba.
Hoy en día, sigue caracterizándola su entrono bullanguero, los edificios medianeros de diferentes épocas, usos y estilos, con el predominio del fondo habitacional.
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