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El adiós a un gran amigo de México

3 de agosto de 2020

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Como en la desaparición física de todos los grandes hombres, el deceso del Historiador de La Habana -doctor Eusebio Leal Spengler-, tiene profunda y amplia repercusión más allá de las fronteras de su país natal (Cuba) y en esta ocasión vale decir que es México uno de esos lugares, al que Leal estuvo unido preferentemente, tanto por razones de trabajo como por estrechos lazos fraternales y vínculos personales con innumerables figuras mexicanas de todas las ramas del saber y el conocimiento, personalidades de la vida política y diplomática así como sencillos hombres y mujeres del pueblo mexicano con los que convivió durante sus numerosas visitas a la tierra de Hidalgo y Juárez.

No es el primer caso de un cubano ilustre que ama a México y lo privilegia con esa consideración, como fueron también otros que hoy recordamos: José Martí, Julio Antonio Mella y Fidel Castro.

Hay que subrayar que la amistad y la solidaridad de Leal hacia México no se quedó en el discurso ni en la retórica, sino se tradujo en hechos concretos a partir de las responsabilidades que desempeñó y desde las cuales trabajó incesantemente por esos objetivos, a los que incorporó su habitual tenacidad y claridad en los propósitos.

Fue sucesor del destacado intelectual Juan Marinello como presidente de la Sociedad Cubano-Mexicana de Relaciones Culturales, que encabezó durante varias décadas y era actualmente, -en su condición de diputado,- presidente del Grupo Parlamentario de Amistad Cuba-México de la Asamblea Nacional del Poder Popular, dirigiendo la representación cubana en diversas sesiones de intercambio con el Parlamento Mexicano.

Por su iniciativa, fue la Casa Juárez una de las primeras instituciones que se instaló como espacio cultural de amistad en el Centro Histórico de La Habana Vieja. Campeche y Mérida lo tuvieron como importante colaborador y asesor en las obras de restauración de ambas ciudades.

Estamos seguros de que los mexicanos sabrán honrar y ser fieles al recuerdo de este gran amigo cubano y de que la amistad y solidaridad inquebrantables entre México y Cuba -que ha resistido el paso del tiempo y de la historia- se alzará como eterno monumento a la valiosa contribución de Leal por estrecharla y fortalecerla.

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