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Cementerio en Copacabana

12 de junio de 2020

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Una de las grandes bellezas que conforman el entorno de Río de Janeiro, en Brasil, es la playa Copacabana. La que bordea una gran parte de la ciudad. La que cada día atrae a miles de personas, unas a zambullirse en las refrescantes aguas, otras para caminar por la arena, y muchas para contemplar el bullicio o acudir a uno de las decenas de quioscos que expenden agua de coco.

Pero llegó un día, este 11 de junio, en que los sorprendidos  espectadores, bañistas o no, se encontraron que las arenas de Copacabana se convertían en un verdadero camposanto, pues un centenar de fosas se habían abierto para rendir tributo a los 40 000 muertos por la pandemia del coronavirus en Brasil y como protesta por las deficientes medidas adoptadas por el gobierno para combatir la COVID-19.

La agencia española EFE informó que en una protesta organizada por la ONG Río de Paz, vinculada a la Organización de las Naciones Unidas (ONU), los manifestantes cuestionaron la postura del gobierno del presidente brasileño, Jair Bolsonaro, uno de los más escépticos sobre la gravedad del virus.

¿Qué esperar de un gobernante que nunca ha aceptado a la COVID como una pandemia letal, que la ha calificado de simple «gripecita» y que irrumpe en escenarios públicos llamando a dejar el distanciamiento y a incorporarse a levantar la economía».

Esta mañana la playa que tanta belleza y frescura aporta a Río de Janeiro, la Copacabana de novelas, postales y leyendas, amaneció con 40 voluntarios abriendo fosas y advirtiendo que lo hacen para llamar la atención en cuanto a exigir que se adopten medidas imprescindibles para detener el avance de la enfermedad.

Citado por la propia agencia EFE, el presidente de la ONG,  Antonio Carlos Costa advirtió que «Brasil está desnudo ante el mundo. Todas sus injusticias sociales y el desgobierno han emergido en estos meses de pandemia».

Tales afirmaciones tienen su explicación si se tiene en cuenta que solo esta última semana en la nación se han registrado tres récords consecutivos de muertes y la cifra de decesos por día se mantiene sobre 1 000.

El propio Costa afirmó que «si no se produce un cambio de rumbo por parte de Bolsonaro en la gestión de esa tragedia social, Brasil se convertirá en el país con el mayor número de muertos por COVID-19, superando incluso a Estados Unidos».

«No hay Gobierno que esté conduciendo de forma peor esta crisis humanitaria que el nuestro», enfatizó.

Mientras, los voluntarios con sus palas y otros instrumentos en las manos, continúan su obra de convertir a playa Copacabana en un camposanto, con más de cien sepulturas abiertas, en una jornada iniciada en la madrugada frente al hotel Copacabana Palace, uno de los principales puntos turísticos de Río.

En las fosas, que hacen una alusión a los «cementerios llenos de todo el país», fueron colgadas banderas de Brasil y pancartas en las que se lee «Brasil, el país de las fosas».

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