La trompeta y su incidencia en la música popular (III)
11 de junio de 2020
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Calixto Leicea y Pedro Knight
En la valoración de la trompeta en Cuba y su incidencia en la música popular vale la pena detenerse brevemente en tres emblemáticos conjuntos: “El Conjunto Casino”, “El Conjunto de Arsenio Rodríguez”, y “El Conjunto Sonora Matancera”, esta última, en los planos internacionales, reconocida simplemente como “La Sonora Matancera”.
El Conjunto Casino es el resultado de la ampliación del “Sexteto Casino”, al que se le incorporó, entre otros instrumentos, tres trompetas y luego cuatro identificadas por un excelente ímpetu artístico, espontaneidad renovadora y perfecto equilibrio timbrico-sonoro. Esta fenomenal agrupación, luego influyó abrumadoramente, en la configuración de muchas otras importantes y que asignaron un toque especial en el amplio espectro musical de Cuba a partir de la escritura para sus trompetas.
Entre algunos otros influenciados por El Casino, se relacionan los conjuntos “Kubavana”, “Colonial”, “Luis Santí”, “Artemiseño”, “Casablanca”, “Saratoga”, Roberto Faz”, y algo después, “Rumbavana”…
La Sonora Matancera –con un estilo y sonido para nada cercano al Casino o Arsenio– tuvo su arranque en la “Estudiantina Sonora Matancera” o “Tuna Liberal”. Por su timbre y ajuste perfecto en el discurso musical y en sus clásicos cierres de excepción, especialmente en el empleo de sus muy afinadas dos trompetas tocadas por Calixto Leicea y Pedro Knight, la “Sonora” generó un timbre-color calificado por muchos sagacísimos estudiosos como “timbre de sonora”.
Esta popularísima agrupación fue imitada, en cuanto a tímbrica, rítmica, estilo e instrumentación, muy en especial, en el sonido de sus trompetas, por diferentes agrupaciones de Cuba y el extranjero, entre otras, el “Gloria Matancera”, “Conjunto Caney”, “Sonora Monterrey”, “Sonora Ponceña”, “Sonora Caracas”…
El “Conjunto Arsenio Rodríguez”, resulta de la transición del “Septeto Bellamar” al formato conjunto. Por años, esta agrupación estuvo conformada por dos trompetas, identificadas por improvisaciones provenientes de riff cortos en alternancia con los coros, denominadas “chivo”, “capetillo” o “diablo” por el propio Arsenio. Esta agrupación, influyó sobremanera en el estilo y timbre de hacer el Son de algunos otros exponentes de similar formato, y que luego vendrían después, como el del trompetista Félix Chapottín, “Los Astros”, “Estrellas de Chocolate”, “Bolero”, “Modelo”…
Queda aún por transitar el brillante y amplio camino de nuestras jazzband y agrupaciones afines, y del calibre de trompetistas como Leonardo Timor, los hermanos Temprano, Arturo “Chico” O´ Farrill, Jesús Solomo, Pedro Mercado, René Patzi, Julio Cueva, Nilo Argudín, Dagoberto Jiménez, Alberto Jiménez, “El Loco Medina”, Marcos Urbay, Edelburgo “Wichi” Mercier, “Guajiro” Mirabal, Jorge Varona, y muchos otros destacados.
En este breve tránsito por el camino de las jazzband, debe quedar despejado, que la llamada “Era de los conjuntos”, en nada afectó a las jazzbads y a la excelente pléyade de trompetistas que las configuraron.
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