Los años duros
25 de mayo de 2020
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Catamarca, esa provincia argentina con bellos e irrepetibles paisajes, ha estado libre totalmente hasta ahora de la pandemia del nuevo coronavirus que hoy ha vuelto a tomar fuerza en la nación suramericana, cuando se reabrieron zonas para la explotación económica en una nación que el anterior gobierno de Mauricio Macri dejó en virtual ruina y endeudada hasta el tuétano.
El gobierno de Alberto Fernández volvió a imponer algunas restricciones para evitar el avance de la epidemia y, en este sentido, expuso al Fondo Monetario Internacional (FMI) que habrá renegociación y demoras de algunos pagos del préstamo concedido porla entidad a Macri.
Ya el mandatario había expresado con anterioridad que saldría del laberinto de problemas dejados por la mala administración de la anterior gobernanza, quien entregó con pies y manos atados la economía y soberanía de la nación a las transnacionales norteamericanas y británicas, además del acuerdo leonino con el FMI.
En este contexto se han hecho avances en la alimentación y atención de las familias más vulnerables, se procedió a facilitar techo a muchas familias que perdieron sus viviendas, se derogó la enorme subida de precios a la transportación y la electricidad, entre otros rubros, y evitó que, en el plano judicial, prosperara la intención de perdonar o aliviar penas de prisión a connotados criminales de la dictadura militar.
Pese a las naturales preocupaciones por una economía devastada, el actual gobierno ha expuesto que Latinoamérica en general y el MERCOSUR en particular será el ámbito natural desde donde se proyecta.
Pero para ello tendrá que desbrozar un camino que le haga avanzar en una agenda concreta que incluya a la integración física, la lucha contra el narcotráfico, la explotación y protección de los recursos naturales, entre otros aspectos, por lo cual tendrá que apelar al talento, la innovación, el desarrollo científico y tecnológico, y a las potencialidades que ofrece el sector agroalimentario.
Destaquemos que la victoria de Alberto y Cristina Fernández, a pesar de las actuales circunstancias adversas, mantiene la esperanza no sólo a Argentina, sino a otras naciones latinoamericanas víctimas del neoliberalismo y de gobiernos plegados al imperialismo norteamericano,
Los años de gobierno de Cambiemos fueron de una inflación galopante. Los salarios de los trabajadores registrados se ubicaron por debajo del aumento de precios, por lo que fueron grandes perdedores del modelo económico neoliberal, y ahora, con un gobierno del Frente de Todos, pueden aspirar a ser ganadores,
Y es que esta aspiración, como todas las de los argentinos, está basada en la confianza de un gobierno que está combatiendo la corrupción desde el primer momento, y que no se rinde ante un FMI que sólo concede ventajas a la empresa privada, y no ahoga totalmente para recuperar con creces su préstamo.
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