Aniversario 158 de la primera emisión que circuló en Cuba.
26 de abril de 2013
|La necesidad de extender el sistema de franqueo previo por sellos de correos en Cuba, Puerto Rico y Filipinas, las principales posesiones españolas a mediados del siglo XIX determinó que la metrópoli procediera a la impresión de estampillas para la correspondencia en estos territorios de ultramar.
Es así como el 24 de abril de 1855 comienzan a circular en La Habana las primeras estampillas de una remesa que llegó de la Península el día veintiuno de ese mes y año a bordo del Vapor Correo.
Se trataba de una serie imperforada con los valores faciales de medio, uno y dos reales de vellón con los colores negro verdoso, verde bronce y rojo bermellón, respectivamente, todos con la efigie de la reina Isabel II en su diseño.
La impresión se realizó en el Fabrica Nacional del Sello de Madrid y fue tanta la aceptación por parte del público que pronto la remesa se agotó por lo que el Capitán General de la Isla solicitó a Madrid una nueva remesa que llegó a La Habana el ocho de septiembre del propio año 1855 transportada por el Vapor Correo Velasco.
Es oportuno destacar que de las tres colonias españolas, en Cuba fue donde más demanda tuvieron las nuevas estampillas debido a su desarrollo industrial y comercial.
El Correo en el Renacimiento.
El Renacimiento marca el comienzo de los tiempos modernos. Época de viajes, exploraciones y descubrimientos, del desarrollo del comercio y la industria, cuando la vieja Europa sale del aislamiento secular del medioevo.
Es entonces cuando el correo se hace más necesario a pesar de que algunas instituciones poderosas tenían sus propios correos como la Universidad de la Sorbona, en Francia y la Universidad de Salamanca, en España.
Era el correo un servicio puramente oficial, a base de postas, como el que fundó el rey Luis XI de, Francia, en 1465.
¿Qué era las postas? Los mensajes se llevaban a caballo con relevos en determinados lugares de la ruta; las postas eran sitios donde hacían los cambios de cabalgadura y de jinetes.
Mediante postas operaron más tarde las famosas diligencias, con sus tiros de cuatro a seis caballos, sus guardias armados y en no pocas ocasiones un jinete en uno de los corceles delanteros.
Monólogo de un sello de correos.
Soy el más grande viajero del mundo, he viajado en trasatlántico de polo a polo, a través de todos los climas, en trineo, en camello o a caballo, a través de todas las tierras y de todas las rutas aéreas, he viajado en buques, submarinos, dirigibles y cohetes.
Soy la más grande galería de figuras del mundo, los héroes y las heroínas de la mitología aparecen en mí, yo retrato a los grandes y famosos de todos los tiempos: reyes, reinas, emperadores, y exploradores, atletas y aventureros.
Jefes de tribus, inventores, músicos, mártires, novelistas, dramaturgos, sultanes, presidentes, líderes revolucionarios; las formas fabulosas del Ave Fénix, el dragón, el centauro y el mítico unicornio adornan mi rostro.
Yo muestro los horrores de la guerra y la magnificecia de la paz, el duro trabaho de la emigración, la tristeza de la indigencia y de la explotación.
Yo ilustro las aventuras de Don Quijote, los juegos de los niños, las leyendas de todas las civilizaciones.
Millones de hombres, mujeres y niños se fascinan por mi infinita variedad de facetas, yo doy cultura diversión y expansión… Y no soy más que un simple sello postal.
Buzón del filatelista.
Manuel González de Alén.
Castillo de Lantarón #3, 3ºA,
C.P. 01007, Victoria,
España.
Desea intercambiar documentos y marcas postales prefilatélicas.
Mildrey Al,aguer Pérez
Calle 26 #4, Batey Chaparra,
C.P. 77300, Las Tunas,
Cuba.
Propone intercambio de sellos y amistad.
Hasta aquí la edición digital del programa Hablemos de Filatelia. Gracias por visitarnos y hasta un nuevo encuentro.
Nuestro agradecimiento al Museo Postal Cubano José Luís Guerra Aguiar por las imágnes de los sellos.
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