La conducta social de los gallos y las gallinas
28 de febrero de 2020
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La conducta es la manera que el animal utiliza para interactuar con su medio ambiente, tanto animado como inanimado.
Ciertas normas de conducta se aprecian en los animales durante las interacciones sociales entre machos, hembras y los jóvenes. Muchas de ellas han sido estudiadas con detalle tanto en condiciones silvestres como domésticas.
En el caso de los animales domésticos, la interacción social de estos con el ser humano varía considerablemente de especie a especie, según el método de cría, y según que el animal sea o no un compañero.
Las acciones de los animales caseros, así como los de granjas, a veces, se comprenden mal o inclusive se malinterpretan por sus propietarios. Se debe tener en cuenta que la separación de un animal joven de su madre para ser criado lejos de ella, puede dar lugar a insatisfacciones mutuas, sino se respeta el tiempo necesario y el momento adecuado para empezar el proceso de cría y cuidado, de manera que se produzcan relaciones satisfactorias entre el animal y su amo.
Mucho se conoce, se escribe y se habla de la conducta de los perros y los gatos domésticos, sin embargo menos escuchamos sobre la conducta de otros animales como ovejas, cerdos, caballos y aves. En cuanto a estas últimas se ha comprobado que a pesar de no tener una forma de lenguaje hablado, las aves sí se comunican con sus compañeros a través de cantos, llamados y lenguajes corporales. Los estudios han demostrado que los complejos cantos territoriales de algunas de ellas deben ser aprendidos a una edad temprana, y que la memoria del canto va a servirle al ave para el resto de su vida.
Algunas especies de aves son capaces de comunicarse en una variedad de dialectos, por ejemplo, el Tieke, Philesturnus carunculatus, ave endémica de Nueva Zelanda y que actualmente ha sido catalogado como Vulnerable muy cercano a la amenaza de extinción. Su nombre Tieke, es una onomatopeya maorí procedente de una de las llamadas de la especie que viene a ser algo así como: ti-e-ke-ke-ke-ke. Bueno, esta ave es capaz de aprender los diferentes “dialectos” de cantos de los clanes de su propia especie, algo así como hacemos los seres humanos cuando debemos aprender los diversos dialectos regionales. Cuando un macho dominador de un territorio muere en esta especie, un joven macho va a tomar inmediatamente su lugar, cantando a parejas potenciales en el dialecto apropiado para el territorio en el cual él se encuentra.
Pero, volvamos a lo que es el objetivo de este artículo, echemos un vistazo a la conducta social de los gallos, gallinas y polluelos.
Los gallos y las gallinas (Gallus gallus domesticus) son la subespecie doméstica de la especie Gallus gallus, procedente del sudeste asiático. Los nombres comunes son: gallo, para el macho; gallina, para la hembra, y pollo, para los juveniles. Es el ave más numerosa del planeta, pues se calcula que supera los 16 000 millones de ejemplares.
Son aves naturalmente gregarias, que han perdido gran parte de la facultad del vuelo debido a la selección artificial del ser humano. El gallo rojo vuela bien, hacia un lugar más elevado, para ponerse a salvo o para huir de posibles depredadores, aunque también se le puede ver volando a ramas altas de árboles para descansar. Si bien los ejemplares domésticos casi nunca hacen uso de su facultad de vuelo, las gallinas domésticas criadas en semi-libertad vuelan a sitios elevados para pasar la noche. Los gallos domésticos pueden llegar a ser territoriales y violentos en algunas razas, aunque usualmente son buenos animales de compañía, fáciles de domesticar mediante alimentación a mano.
Poseen un sistema social característico con un orden jerárquico que comienza a desarrollarse a la semana de vida, y que a las siete semanas ya está completamente establecido. Hay un macho dominante, que domina sobre todos los demás, y un macho sometido a todos. Las gallinas tienen un orden jerárquico independiente y no entran en la dominancia de los machos.
La acción física de dominancia consiste en la elevación de la cola y la cabeza. La sumisión se muestra de forma opuesta, bajando la cabeza y la cola, agachándose e inclinando la cabeza hacia un lado. Las gallinas se sienten a salvo bajo la dominancia de un gallo, y solo se defenderán por la fuerza si se encuentran alejadas del gallo dominante. Si muere el gallo dominante, el siguiente en el orden jerárquico toma el cargo inmediatamente.
La formación de la bandada adulta depende de la tolerancia mutua. Los extraños son atacados y se van integrando poco a poco a ella, siendo relegados a posiciones inferiores en la jerarquía de esta, la cual se establece, tanto entre las gallinas y los gallos, pero separadamente. Esta conducta de dominancia y subordinación se conoce como “orden por picoteo”.
Las gallinas, como muchas otras aves, tienden a atacar a otras gallinas que muestren síntomas de enfermedad. Si ven el color rojo debido a una lastimadura en otra gallina, las demás no dejan de picotearla, y le causan graves daños.
Los polluelos muestran respuestas sociales tempranas aún estando dentro de la cáscara, por ejemplo, ellos pueden hacer llamadas en tono bajo, mostrando sufrimiento si se enfrían, o emitir gorjeos rápidos de alegría sin son calentados. Los polluelos incubados a temperaturas ligeramente más baja que la normal, dan llamadas de sufrimiento si se les reseca el plumón y pierden el contacto con la cáscara del huevo.
Los polluelos recientemente, salidos del cascarón se sienten atraídos hacia la gallina por el calor de ésta, el contacto, el cloqueo y los movimientos de su cuerpo. Esta atracción es máxima el día que salen del huevo. Aprenden a comer, dormir, beber y evitar a los enemigos en compañía de su madre. La fijación con la mamá se refuerza más a medida que reconocen mejor su voz y su aspecto.
La gallina usa vocalizaciones breves, repetitivas, de tono bajo, para dirigir a los polluelos e indicarles las fuentes de alimento. Con su cacareo, o emitiendo un grito agudo los previene acerca de los depredadores de tierra y de los que vuelan sobre sus cabezas.
La gallina rechaza a los polluelos cuando el plumón empieza desaparecer de sus cabezas, entonces los picotea, de manera que se dispersa la nidada.
Sin embrago la nidada es la base de la organización de la bandada, incluso después de haberse dispersado, pues, los pollos necesitan compañía. Un sencillo ejemplo: las aves de bandadas comen más que las mantenidas aisladas.
Las aves de una bandada mantenidas en un estado de desorganización social debido a que se quiten o se sustituyan aves, provoca que coman menos, que pierdan peso, que crezcan mal y que pongan menos huevos, que aquellas aves mantenidas en bandadas estables.
El cuidado y bienestar de un animal doméstico depende en parte o del todo de los cuidados humanos, por lo tanto, el ser humano queda así entretejido de alguna forma en las relaciones sociales de estos animales.
Recordemos que…“la Naturaleza inspira, cura, consuela, fortalece y prepara para la virtud al hombre”. Sólo hay un modo de que perdure: respetarla y servirla.
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