Barberos de Cárdenas
10 de febrero de 2020
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Ya sabemos que Cárdenas es ciudad de primicias, fue allí donde por vez primera en Cuba se enarboló nuestra Enseña Patria el 19 de mayo de 1850.
También fue Cárdenas la primera ciudad de Cuba en poseer alumbrado eléctrico, cuando el siete de septiembre de 1899 inauguró su planta eléctrica y dio luz a 83 focos públicos y 318 bombilllas del sector privado, organizó la primera semana de la cultura en el país y fue también la primera en tener una clínica ginecológica en Cuba, fundada en 1893 por el doctor Méndez Capote.
Son muchas otras las primicias cardenenses, pero hoy voy a referirme a otra que acabo de descubrir, durante una breve visita a La Perla del Norte.
La señora Mirta Miranda, cuyo suegro estuvo entre los primeros barberos organizados de la ciudad, me regaló un librito muy curioso, publicado el martes 11 de septiembre de 1917 con el título de Memoria del Gremio de Barberos de Cárdenas, por el cual pude enterarme de que también esta ciudad es la primera de la provincia de Matanzas en organizar a los artistas de la tijera.
Los estatutos del gremio obligaban a sus 76 miembros a respetar la hora del cierre y a no trabajar los domingos, ya que, hasta ese momento, los fígaros no tenían horario ni día de trabajo fijo, como precios mínimos por sus labores estaban los de 40 centavos por pelado y 50 si incluía el afeitado, 20 centavos el recorte de la barba e igual precio para el cerquillo y el pelado de los niños.
Sesenta años atrás, una ley de Madrid prohibía a los barberos extraer piezas de la boca y hacer sangramientos, lo que los convertía en verdaderos artistas del corte de la barba y el afeitado.
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