Pepe Sánchez. Entre Guitarreos y boleros (II)
11 de diciembre de 2019
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Aparejado a estas reflexiones se puede decir que Tristezas, bolero de la autoría de Pepe Sánchez, fue el primero en la historia de la canción cubana distribuido en ocho compases introductorias, dos bloques de dieciséis compases cada uno (en compás de 2/4) unidos por un rayado, a manera de obstinado realizado por la guitarra y al que los trovadores llamaban pasacalle, formulación ideada por Pepe Sánchez.
Acerca de estas observaciones, evidentemente inspiradas por punzantes basamentos, solo queda por decir que Pepe Sánchez fue un compositor modelo para la época y para las generaciones que lo siguieron después.
Él fue un maestro y guía que originó el dialogo secreto para su época que insinuaban proposiciones y lineas definidas de un posible rostro artístico.
Lo autentico y genial en la ínclita creación de Pepe Sánchez, no contempla valoraciones insulsas y falta de sustentación, ni siquiera el toque portentoso en temas que nos pudieran afectar el sentimiento estético. Todo lo contrario, lo autentico y genial en la creación de Pepe Sánchez está en el equilibrio que, como músico lo hizo crear historias como espacios de creación.
Reverenciemos entonces la inmensa figura que configura Pepe
Sánchez no solo como creador del bolero Tristezas, que sin duda a quedado para la eternidad como ejemplo cimero; sino también, saludemos a Pepe Sánchez como verdadero impulsor de la trova santiaguera en el entrecruce de los siglo XIX y XX en la concepción del bolero cubano, sobre todo a partir de la aparición del bolero Tristezas y lo que saldrían de su pluma mucho después.
Se impone el que adoremos con el recuerdo fecundo no solo sus altas dotes como creador y guitarrista, sino también, su atildado andar y majestuoso porte en su deambular por las calles de Santiago de Cuba, cuna indiscutible de guitarreos, trovadores y del bolero cubano…
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