La Habana 500, una joya

13 de noviembre de 2019

Por: Walter Frieiro

 

 

Las celebraciones por el 500 aniversario de la villa de San Cristobal de La Habana están en pleno apogeo. En esta ocasión el Laboratorio de Orfebrería de Cuba realizó el evento homenaje “La Habana 500, una joya” con el objetivo de representar a la capital cubana a través de refinadas prendas realizadas por un grupo representativo de los mejores exponentes del oficio de hacer arte con metales.
Cada pieza de las 16 expuestas constituyen una parte de la identidad habanera al referirse a sitios emblemáticos de la capital. Este evento constituye la primera ocasión que a través de la orfebrería se llama a concientizar a la población sobre la importancia de la preservación del patrimonio cultural arquitectónico.

 

 

Jorge Gil, coordinador de la exposición, expresó que la muestra sucedió gracias al apoyo brindado por Eusebio Leal Spengler, quien desde un primer momento propuso el concurso y estuvo al tanto del proceso de selección de las piezas expuestas. Gil añadió además que uno de los objetivos fundamentales fue rescatar la notable labor de los orfebres en Cuba.

 

 

Numerosas obras destacan dentro de las presentadas al públicos; dentro de ellas se encuentra un broche de Mykel Torre Menéndez realizado en plata, oro, cobre latón y ébano, representativo del trazado urbano del Centro Histórico habanero.
La obra fue diseñada para resaltar la mezcla de culturas sumamente diversa que La Habana presenta, ocasionado en gran mediada por ser una ciudad portuaria, donde las tradicionales española, africana y aborigen se fundieron con la alemana, judía, inglesa, así como todas aquellas que de una forma u otra hayan arribado a la capital en el transcurrir de su historia.
El propio Jorge Gil realizó una tiara de hilo de lata y piedras semipreciosas con el objetivo de resaltar a la Virgen de Regla, patrona de la Bahía que baña las costas de la capital.

 

 

Otro pieza destacada es un dije de plata y cordón de seda hecho por el artista orfebre Sandro Izquierdo Valdés, ilustrativo del trazado del Malecón capitalino.
La exposición “La Habana 500, una joya” busca representar a la capital desde una óptica diferente a la tradicional. Sus obras son el mero resultado de la imaginación y el talento de sus creadores, quienes a través de la magia de la orfebrería le brindan a esta ciudad las prendas para que celebre su medio milenio.