Abstraer la mirada
25 de octubre de 2019
Por Anyeline Arias Hidalgo
La interpretación de los lienzos suele llevar tiempo, pues dentro de la abstracción, cada espectador construye su propia realidad
Gozar del arte suele ser una gran escapatoria dentro de la vorágine que es vivir. Y que tal si lo haces desde la abstracción, esa tormentosa manera de crear en tu mente lo que deseen ver tus ojos.
Precisamente este es el concepto que defiende Enrique Báster en su última exposición personal titulada “Pinturas en Clave Baja”. Sus cuadros podrán ser contemplados durante todo lo que resta de octubre y a lo largo del mes de noviembre. Dicha presentación está recogida en la Galería Villa Manuela, ubicada en la sede de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba.
A la inauguración asistieron desde artistas de la plástica que entienden el fenómeno hasta quien estaba con la expectativa latente para poder entender el significado de las obras. Horizontes se pueden identificar en varios de los lienzos. El ocaso suele ser uno de los más sobresalientes al mirar, pues los típicos colores cálidos del atardecer captan los suspiros en más de uno.
Luis Enrique Padrón y Arlettes Sando, curadores de la propia galería, apuntan que el color en el trabajo de Báster es el catalizador de sentidos; cada composición, recurso o accidente, tiene el propósito de afirmar su complexión como artificio. Para nuestra sorpresa, en ello no subyace violencia alguna: nos presenta un matiz robusto, íntegro, dotado de un brillo tan especial como el del carbón recién apagado o el de la tierra mojada.
Contraluz, es el título de esta obra que se empaste precisamente con un foco de luz que le viene desde el frente y le brinda todo el significado
El artista nos alerta con frecuencia que su manera de hacer y de jugar con el óleo es abstracción basado en hechos reales. Afirma además que es amante de los hacinamientos y así lo refleja en su serie. En la muestra nos presenta también la combinación de numerosas pinceladas con telas industriales estampadas. Sin dudas, cada uno de los cuadros es una excelente muestra del minucioso trabajo del artista. Muchas veces las grandes cosas resultan ser de las manos más sencillas y delicadas.
La invitación está hecha, solo quedan los deseos de apreciar el arte con miradas relativas, esas mismas que harán de lo abstracto lo más real de nuestra imaginación.
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