Cascos de protección

27 de septiembre de 2019

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Bruno Henríquez

Nadie escarmienta por cabeza ajena
Refrán  popular

 

La parte más valiosa de cada persona, es su cabeza, donde reside el cerebro, donde se forjan la identidad,  las ideas, las creencias y los sentimientos, a pesar de que la literatura y las leyendas sitúen el amor, el miedo y el odio en otros órganos como el corazón, los riñones o el hígado.

El cerebro es el primer órgano a proteger. La naturaleza lo ha rodeado de una coraza que lo protege contra golpes externos y lo hace nadar en un líquido que amortigua cualquier acción contra él.

 

 

Pero en la sociedad los seres humanos enfrentamos acciones de riesgo que nos llevaba  a situaciones de peligro para la integridad de la cabeza, ya sea en trabajos donde se mueven piezas contundentes, o vehículos en los que nos desplazamos a gran velocidad, también hay situaciones de guerra, o en las que el entorno requiere que nos protejamos, por eso se han hecho comunes los cascos de diferentes tipos, para evitar golpes en la cabeza provenientes del peligro que sea más común en la acción que vamos a realizar.

Hay cascos de soldados, de motociclistas, de pilotos o de mineros, diferentes deportes que enfrentan la posibilidad de choques a grandes velocidades, caídas o la posibilidad de ser golpeados por bastones, bates, o pelotas a gran velocidad.

Según sea la situación así será la energía cinética que enfrentará el choque que sufra la cabeza, y teniendo esto en cuenta se diseñan los distintos tipos de cascos de protección.

La confección y obligatoriedad  del uso de cascos se refleja en los reglamentos de los deportes, las regulaciones del tránsito o las actividades  en las que estos deben usarse.

 

 

El uso del casco es en principio y por necesidad obligatorio en cada una de esas condiciones, con el objetivo de proteger la cabeza y no la suposición popular de que se deben usar para evitar que la policía ponga una multa, aunque en el día a día cuando se usa el casco hay menos probabilidades de merecer una multa.

Los cascos para motociclistas se elaboran y prueban en laboratorios con mediciones precisas que garanticen la seguridad ante choques a grandes velocidades, pero estos son parámetros en tablas que no sensibilizan a las personas

Pero me pregunto, ¿me protegen todos los tipos de cascos, que evitan las multas, de los efectos de un golpe que pueda ser fatal?

Una de las pruebas para convencer al público que se efectúan en la confección y prueba de los cascos para motociclistas consiste en poner un melón dentro de un casco y dejarlo caer desde una altura de 4 metros, si el melón no se rompe, tampoco lo debe hacer un cráneo en un  choque de una motocicleta. Los cascos que cumplen con estos requisitos son rígidos, acolchados en el interior y confortables para el usuario. Sin embargo vemos a diario a los motociclistas con cascos de patinar o de jugar hockey sobre césped, cascos de bateo de béisbol, u otro tipo de protección para fuerzas menores  las que se enfrentan e caso de un accidente de tráfico.

 

 

Los cascos que protegen de verdad son más caros, pero esos otros más ligeros y fáciles de conseguir no protegen, pero evitan una multa de la policía.

Si usted es de los que usa un casco ligero pensando que lo protege haga la prueba del melón y piense que es lo que le pasará a su cabeza en caso de accidente aunque haya evitado que le pusieran una multa.