Incidencia de la conga como corriente estética en la música norteamericana (II)

27 de junio de 2019

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José Reyes Fortún

 

 

Establecido en Paris, Eliseo Grenet trató de imponer esta idea y su música al maestro Chanfleury. Este la consideró como el descubrimiento del año. Entonces convocó a 200 profesores de danza de Francia para que escucharan aquella música y decidieran los pasos de baile, con que había de ser lanzado al público esta modalidad.

El 12 de junio de 1934, se produjo la histórica reunión en el cabaret La Cueva, entonces propiedad de Grenet; allí estaban presentes la “Academia de Maître de Dance de Paris”, “Syndicata Nacional de danza”, “Tribuna de la Danza”, “Unión de Profesores de Danza y Educación Física de Francia” y cinco parejas de bailarines cubanos de rumba.

De la evoluciones danzarias de estas cinco parejas de rumberos, los profesores escogerían los pasos que más les impresionaran para servir de base a la nueva danza, y acordar que, uno de los pasos de los cinco danzarines, fueran los básicos para la futura conga.

En verdad, esto en Paris, y luego en New York, se reformuló a cuatro pasos, o sea, 1, 2, 3, ¡up!  Mientras los danzantes, agarrados por la cintura a manera de una larga sierpe, levantaban ligeramente el pie derecho en el cuarto tiempo.

Esta manera de bailar la conga, afectó desde entonces todos los espacios nocturnos de Paris, y hasta llegó a formar parte de una película, en la que intervino hasta la mismísima Josefina Baker.

Logrado su objetivo en Francia, Grenet se trasladó con este espectáculo a Londres, para presentarlo en el “Prince of Wales”. Posteriormente regresó a La Habana con este espectáculo, pero esta vez, no se practicó en ningún cabaret de “mala muerte”, sino en los grandes Roof Garden y casinos de aristocráticos hoteles, que proliferaban vertiginosamente en la capital cubana, alentados por el naciente “Buró de Turismo”, e incitado por el capital inversionista norteamericano.

De La Habana, Grenet y su hermano Ernesto se trasladan a New York para dar a “conocer” la conga, o al menos esta variante, acompañado por la pareja de bailes integrada por Carmita Ortiz y Julio Richard.

La primera presentación, de la ya bautizada como “conga de salón”, se hizo el 14 de mayo de 1936 en el Steinway Building. Ese mismo año en las calles Broadway y 52, en un opulento cabaret, se pondría nuevamente a la consideración de los opulentos concurrentes a estos lugares. En el 1938 en el exclusivo cabaret El Yumuri de New York, Grenet presentó nuevamente la revista “La Conga” en la que cantó el barítono lírico Jorge Negrete, en un espectáculo basado fundamentalmente en esta manera de bailar la conga, y en el que también participó el sonero cubano Panchito Riset.

Con el definitivo éxito de la “conga de salón” en New York, Hollywood sería el próximo paso de conquista para Grenet con la “conga de salón” en Estado Unidos. De este lugar volvería a La Habana y de aquí a Buenos Aires, con exitosas presentaciones en Radio Belgrano.