AMLO contra los métodos violentos
3 de septiembre de 2019
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“La violencia no se resuelve con la violencia”, ha expuesto repetidamente el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, respondiendo a presuntos expertos que le critican por ocuparse principalmente de combatir las causas y no las consecuencias.
Pero, realmente, no hay nada que criticar a AMLO, como se le conoce popularmente, porque ninguno de los regímenes anteriores se ocupó de eliminar el caldo de cultivo de la violencia.
AMLO, quien ha emprendido en el terreno obras para proteger a las mujeres y a las personas de la tercera edad, destaca que lo más importante es la educación de los jóvenes, su protección, y, para ello, tendrá que emular con los zares del narcotráfico, un mal que pulula mucho allí, que no se puede eliminar de la noche a la mañana y ocasiona miles de muertes cada año, con cifras récords y aún in crescendo.
El mandatario ya había advertido que los cambios sustanciales que ha introducido para combatir la violencia no podían tener resultados rápidos, como desea. Estos son el incremento de las partidas de programas sociales destinados a apoyar a los jóvenes –con 930 000 trabajando como aprendices y 10 millones de becas a estudiantes para desincentivar su incorporación a la delincuencia, y la creación de la Guardia Nacional, con una esmerada preparación de sus integrantes.
En reciente informe de su gestión, afirmó que el actual gobierno defenderá a los mexicanos en EE.UU. con “respeto a la soberanía del país vecino y con todos los instrumentos legales a su alcance”, al tiempo que volvió a exigir un severo castigo al responsable del tiroteo en El Paso, Texas, que el pasado 3 de agosto dejó un saldo de 22 personas muertas y 24 heridas.
Resaltó que México es el principal socio comercial de EE.UU. y confió en que se apruebe el acuerdo comercial entre México, Canadá y EE.UU. (T-MEC), que sustituye al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), suscrito hace 25 años y que falta de ser ratificado por el Congreso estadounidense.
Estados Unidos importó en el primer trimestre del 2019 mercancías por un valor de 86 629 millones de dólares, provenientes de México, lo que representa el 13, 72% del total de las compras estadounidenses, y exportó bienes por un valor de 63 953 millones durante el mismo periodo, de acuerdo con datos de la Oficina de Censos de EE.UU. En el caso de las exportaciones, EE.UU. envío a México el 15,33% del total de sus envíos.
No hay recesión
López Obrador reconoció que la economía mexicana ha crecido poco, aunque destacó que no hay recesión y que el peso se ha mantenido estable. “El peso ha resistido fuertes presiones externas, se ha mantenido estable con relación al dólar.”
Sobre el combate al robo de combustible, una controvertida medida arrancada al principio de su Administración –en diciembre del 2018–, el Presidente mexicano informó que se ha reducido en 94%, lo que permitirá al gobierno recuperar 50 000 millones de pesos (2 491 millones de dólares) este año.
Enfatizó que en los primeros nueve meses del año, se han ahorrado 145 000 millones de pesos (7 225 millones de dólares) en las compras del gobierno y anunció que su administración buscará impulsar la economía a través del fomento de la participación de la iniciativa privada y la captación de inversión extranjera.
En este sentido, López Obrador agradeció al magnate mexicano Carlos Slim y a otros destacados hombres de negocio de colaborar con su gobierno, en específico sobre un acuerdo dado a conocer el 27 de agosto pasado con empresas del sector energético para modificar las condiciones de contratos de transportación de gas, firmados en la pasada administración de Enrique Peña Nieto.
El gobernante anunció que en octubre venidero se iniciarán las gestiones necesarias para llevar Internet a 166 000 comunidades marginadas del país, para lo cual en junio pasado invitó al director ejecutivo de Facebook, Mark Zuckerberg, a sumarse al proyecto.
Enfatizó que se “está transitando hacia una verdadera democracia”, y exhortó al Congreso mexicano a aprobar reformas a la revocación de mandato, a “quitarle trabas a la consulta popular y a cancelar el fuero a los servidores públicos”.
Casi al finalizar su ponencia, el presidente mexicano admitió que México continúa atravesando una crisis de inseguridad y violencia, de la cual responsabilizó a “la mala estrategia” de los gobiernos anteriores, pero resaltó que ya no hay “razias” ni masacres, destacó. “El Estado ha dejado de ser el principal violador de los derechos humanos”.
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