Nuevos condimentos en Cumbre del G-7
26 de agosto de 2019
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La Cumbre del llamado Grupo de los siete o G-7, de este fin de semana en Francia, tuvo muchos elementos que, en mi opinión, contribuyeron a distender el ambiente.
Y fue el presidente anfitrión, Emmanuel Macrón quien condimentó el escenario, aunque nunca coincidió que fueran siete los involucrados e, incluso, la cena de despedida abrió las puertas a otros actores no miembros del Grupo.
Macrón, para mostrarse aún más decidido a buscar soluciones a los problemas más agobiantes que enfrenta la humanidad, invitó al canciller iraní. La noticia sorprendió a todos, en primer lugar a la prensa, a la que se mantuvo sin información al respecto.
Según el sitio El País.com, Macron fuerza el diálogo con Irán al invitar por sorpresa al ministro de Exteriores persa, Mohammad Javad Zarif, y tuvo el visto bueno del Grupo para realizar conversaciones sobre el estancado proceso, debido al rompimiento por parte de Trump con el Acuerdo sobre el Programa Nuclear Iraní y las sanciones que aplica Washington para asfixiar al pueblo de ese país.
Hay despachos noticiosos que refieren que en esta decisión del presidente francés hay una «mezcla de realismo y audacia», de manera que Francia pueda convertirse en una fuerza mediadora en este tipo de conflicto.
Concluido el diálogo entre los cancilleres de Irán y Francia, aparecieron dos fotos de la reunión y un mensaje en tuiter donde se expresa que «el camino es difícil pero vale la pena intentarlo».
La sede de la Cumbre fue en Biarritz, una ciudad junto al mar en la costa vasca del suroeste de Francia, un complejo turístico cuya superficie no excede los 11.66 km² y por estos días goza de una agradable temperatura, 21 grados promedio.
Reseña la gran prensa europea que la invitación al canciller iraní, fue un golpe de efecto. Nadie lo esperaba ni nada se filtró. Incluso, recuerdan, que el propio Zarif es objeto de sanciones por parte de Estados Unidos, además de representar a una nación que los halcones de la Casa Blanca quieren bombardear.
En el característico ambiente mediático donde Trump parece sentirse cómodo, la visita del canciller persa fue una incógnita sobre quién lo supo, qué se supo y cuándo lo supo.
Una fuente citada por Reuters dijo que Trump estaba avisado y le dio el visto bueno. Mientras, otra fuente de la Casa Blanca contradijo lo anterior y aseguró que «ni estaba avisado ni, por tanto, pudo aprobarla. Pero tampoco protestó».
El gobierno francés, por su parte, dijo que el encuentro con el canciller iraní tiene como objetivo «crear las condiciones para lograr una desescalada y una pausa que permitan negociar útilmente».
El citado sitio español refiere que «desde Rusia al comercio internacional, pasando por la función de un foro como el G7 y hasta el concepto de democracia liberal, pocos son los puntos de consenso en la cumbre. Las alianzas son asimétricas, y cada miembro puede cambiar de bando según las circunstancias. Pero en lo esencial se resumen en Trump de un lado, y el resto de líderes del otro».
Otro tema que marcó estas diferencias fue el de la escalada proteccionista en la economía mundial. Trump disparó la alarma de los demás países, cuando alardeó de la «buena marcha de la primera economía mundial y el pleno empleo», que él contrasta con el estancamiento europeo y el desempleo crónico en países como Francia.
Otro ejemplo del accionar del presidente estadounidense fue cuando dijo que «siempre tenía dudas sobre la subida de aranceles a China» y un poco más tarde un portavoz de la Casa Blanca lo corrigió de la siguiente forma: «Trump duda, sí, pero no sobre la conveniencia de rebajar la tensión sino de aumentarla todavía más. Lamenta no haber subido aún más los aranceles», dijo el portavoz.
En estas circunstancias llegó la hora de la despedida de la Cumbre del G-7 donde, sin dudas, el tema principal y no recogido en la agenda previa, fue la invitación francesa y la reunión con el canciller iraní.
Ojalá y no haya que esperar otra Cumbre para que se concrete, al menos ese paso, y se abra la esperanza de la paz para toda la humanidad.
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