Francisco López Sacha: “el arte nunca espera”

12 de julio de 2019

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Elaine Caballero Sabugueiro

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Cuba, Cultura, Encuentro con..., Francisco López Sacha, Literatura, Magda Resik, Pabellón Cuba

 

 

El primer invitado del espacio Encuentro con…, realizado este jueves 11 de julio en el Salón de Mayo del Pabellón Cuba, tiene el don de la oralidad. Reconocido por su narrativa, ensayística y también como profesor, “ha entregado su vida a la creación de otros”, explicó la anfitriona de la cita, la periodista y directora de Habana Radio, Magda Resik Aguirre.

Manzanillero de pura cepa, Francisco López Sacha, supo desde sus inicios la importancia de comenzar, como se dice en buen cubano, con el pie derecho. “Cortázar decía, hay que empezar desde arriba”, comenta. Tal es así que en su primer recital de poesía, a los diez años, tuvo el privilegio de escuchar a Manuel Navarro Luna, Nicolás Guillén y Pablo Neruda: “Solo recuerdo la voz de Guillén, llenaba el teatro”, explica López Sacha.

 

 

“Yo me formé leyendo, Manzanillo me dio el primer aire intelectual”. No es de asombrarse entonces su amplio dominio en temas de cultura, de lo cual hace fe en clases, presentaciones de libros y conferencias magistrales.

Para Resik Aguirre no se trata de un escritor con el que ha tenido poco acercamiento. Como alumna suya de la Universidad de las Artes asegura la capacidad de López Sacha para conquistar al estudiantado con su filosofía y numerosas lecciones.

En su tierra natal hizo varios intentos fallidos por rescatar la Revista Orto y es cuando decide emigrar hacia La Habana. El joven adolescente llega a la capital el 18 de diciembre de 1961, donde estudia la secundaria y el preuniversitario, para seguir con los estudios superiores en Santiago de Cuba.

 

 

Al preguntarle Resik  sobre lo que encontró en La Habana, el escritor contestó: “Mi amor fue a primera vista. La ciudad que yo conocí era azul prusia, sabía que aquí me iba afilar el lápiz como intelectual”.

En cuanto a su interés como profesor y crítico de teatro, más allá de la escritura, afirma el poder de las tablas para entrar en “un mundo vivo; además, el teatro revela algo muy importante: el arte se hace aquí y ahora, el arte nunca espera. También me dio el poder de diálogo y la posibilidad de ver espectáculos memorables”.

La literatura, en cambio, le abrió la posibilidad hacia otros caminos ligados a la introspección, “primero debo complacer al lector que va conmigo”, asevera.

 

 

Otro elemento importante en su carrera profesional, es el ejercicio del criterio, “¿cómo es para Francisco López Sacha?”, interrogó al entrevistado, la también Directora de Comunicación de la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana.

Lo primero a tener en cuenta, de acuerdo con el escritor, es el dominio de la materia, “de lo contrario lo único que haces es conocer reglas, normas, cartabones. Ejerzo el criterio cuando siento que he domesticado el conocimiento. Es la obra quien habla, no la teoría”.

 

 

 

“He aprendido que lo más importante no es la forma ni el contenido, sino el discurso”, manifiesta. Como consejo a los presentes dijo “que si no tienes nada personal que decir, no escribas”.

Para López Sacha “en el arte no se puede mentir”. Asimismo, otra cuestión a tener en cuenta en su quehacer es su certera oralidad. Al respecto considera como relevante “convertir lo complejo en un discurso comprensible. La oratoria es un instrumento de trabajo, no es para vanagloriarse con palabras metratancosas”, destaca.

 

 

En el Encuentro, Resik cuestionó al invitado sobre cómo asume las nuevas dinámicas en la lectura, con el auge de las nuevas tecnologías y, de manera especial, las demandas de los jóvenes ante las tendencias novedosas.

“La batalla de la cultura se gana o se pierde en los medios. Es un conocimiento con mayor velocidad y una batalla de larga data donde no podemos rendirnos”, advirtió.

Antes de darle la palabra al público, el cofundador del Centro de Formación Literaria Onelio Jorge Cardoso, señaló a su juicio, las particularidades de los cubanos. “Lo principal es la seriedad, la gravedad, el buen sentido del humor. Tenemos la sabrosura de cantar y bailar en los momentos difíciles”, declaró.

 

 

En su intervención final citó al apóstol de la independencia de Cuba, José Martí, del cual dijo no conocer ningún chiste, salvo algunos giros bromistas encontrados en La Edad de Oro. “Simplemente prefirió la gravedad”, recalcó.

Durante el diálogo con los presentes, el narrador reconoció tener influencias de Los Beatles, del Rock and Roll, y más reciente, de la música cubana, así como de la radio. Precisamente de este medio comunicativo tomó la superposición de planos (en el caso de las transmisiones radiales, la música y la voz del locutor) para crear un discurso literario.

“Escuchar a López Sacha es como asistir a una clase magistral”. Así calificó Resik Aguirre el primer Encuentro con…, de la jornada veraniega, que promete convertirse en una aventura artística de principio a fin.