El arma de las «tierras raras»
31 de mayo de 2019
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En uno de sus tantos frentes que tiene abierto Estados Unidos en su afán por dominar al mundo, la guerra comercial y de aranceles respecto a China ha ido tomando ribetes impredecibles y el gigante asiático, responde a esos desafíos, con serenidad y dignidad, como debe ser.
Lo último planteado por el mandatario Donald Trump, la imposición de nuevos aranceles a cientos de productos chinos y poner en lista negra al gigante de las telecomunicaciones, Huawei, han disparado las alarmas ante lo impredecible del futuro comercial global.
A estas medidas, China sigue valorando las que emprenderá como respuesta a Trump, y en las últimas horas ha salido a relucir en las redes, el tema de las conocidas «tierras raras».
Se trata de tierras que contienen un conjunto de 17 elementos químicos indispensables para la fabricación desde teléfonos inteligentes a televisores, pasando por cámaras y bombillas, hasta medios militares.
En días pasados aparecieron en la prensa imágenes del presidente Xi Jinping visitando una fábrica de tratamiento de «tierras raras» en Ganzhou, en el centro de China.
Tal visita ha sido considerada por varios medios de prensa como el indicio de que China dejará de exportar «tierras raras» a los Estados Unidos, como respuesta a la guerra de aranceles impuesta por Washington.
«Al librar una guerra comercial contra China, Estados Unidos corre el riesgo de perder el suministro de materiales vitales para mantener su fortaleza tecnológica», dijo la agencia oficial de noticias Xinhua en un comentario.
Por su parte, el periódico estatal Global Times advirtió en un editorial que «Estados Unidos lamentará haber forzado la mano a China en las tierras raras».
Vale recordar que la nación asiática produce más del 95% de las tierras raras del mundo, y Estados Unidos depende de China para el 80% de sus importaciones.
De implementarse, las restricciones a las exportaciones a EE.UU. podrían tener un gran impacto en industrias importantes valoradas en billones de dólares que dependen de esos minerales.
En cuanto al origen de este enfrentamiento, el gigante tecnológico chino Huawei, afronta también una orden de Trump que le impide acceder a componentes electrónicos estadounidenses usados para sus productos.
No obstante, la Casa Blanca no ha proporcionado pruebas que demuestren que Huawei es una amenaza para la seguridad del país del Norte.
Ante esta envestida de Trump, el presidente chino Xi Jinping, ha asegurado que «los minerales raros son un recurso estratégico importante», de acuerdo con la agencia oficial de noticias Xinhua.
Mientras, de acuerdo con el sitio Bloomberg, «los fabricantes estadounidenses de imanes que van a vehículos eléctricos, drones y aerogeneradores tendrán que vivir con mayores costos de tierras raras durante el próximo año si China frena los envíos de la materia prima».
Sin dudas, es un camino lleno de espinas y transitarlo no solo perjudicará al creador del problema, Estados Unidos y a la nación asiática, sino que tendrá efectos colaterales en otras muchas economías del planeta.
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