Inestabilidad en Sudán
31 de mayo de 2019
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Manifestaciones cada vez más nutridas tienen lugar en las principales ciudades de Sudán, en demanda del cese del gobierno de los militares que destituyeron hace varias semanas al presidente Omar al Bashir, aunque nadie se pronuncia en favor de éste y si por el cumplimiento de la promesa de los golpistas castrenses en el sentido de que se establecería un gobierno de transición.
En este contexto, ya hay discrepancias acerca de los elementos civiles que pretende instalar el mando militar, que ha sido acusado de intentar mantener el estilo de la anterior gobernanza y que sólo quiere realizar cambios cosméticos.
Según el guion optimista, los líderes de la Asociación de Profesionales de Sudán, que estuvieron coordinando las protestas y proclaman su cercanía al movimiento popular, podrían entablar diálogo con la nueva junta para coordinar asuntos durante el período de transición.
Pero esto no ha ocurrido y si ha devenido un guión pesimista provocado por la actitud hostil de los militares, causante de acciones de inusitada violencia.
Esta situación inestable se produjo a las pocas horas del golpe, ya que el ex ministro de Defensa que sustituyó a Omar al Bashir se vio luego obligado a renunciar, ya que se percibía como muy cercano al gabinete disuelto, o sea, la sustitución de un gobierno militar por otro, sin que nada cambiara realmente.
Como se recordará, el entonces ministro de Defensa, Awad Mohamed Ahmed Ibn Auf, había anunciado el derrocamiento de Al Bashir, pero los manifestantes no se conformaron con esta medida y exigieron la caída de más funcionarios, incluido el titular.
El activista político sudanés al Rashid Hasan Alá apuntó que las declaraciones del ministro “no corresponden con sus expectativas”. “¡Queremos más! Es importante para nosotros derrocar no solo a Al Bashir, sino a todo el gobierno. El ministro de Defensa de Sudán, Awad Ibn Auf, es uno de los criminales de guerra en Darfur en el 2003. (…) No permitiremos que esta persona tome el poder en sus propias manos. Continuaremos con las protestas hasta que derroquemos por completo a todo el antiguo gobierno. No solo las figuras principales, políticos brillantes y famosos, sino absolutamente a todos”, afirmó.
Las demora en el cumplimiento de las promesas de los militares, subrayo, han sido la causa fundamental de estas crecientes protestas., en las que también se ha acusado a los golpistas de seguir manteniendo estrechos vínculos con Arabia Saudita, de cuyo dinero se sirven para mantener a 600 soldados sudaneses en la agresión genocida al pueblo yemenita.
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