“La profana familia” de Nicolás Dorr vuelve a las tablas

16 de mayo de 2019

|

Virgen Gutiérrez

 

 

Durante todo el mes de mayo la sala teatro El Sótano acoge la reposición de la pieza  La profana familia, del dramaturgo Nicolás Dorr (1946-2018), que será exhibida durante viernes, sábado y domingo bajo la dirección del Premio Nacional de teatro Nelson Dorr.

La comedia fue estrenada por su autor en el teatro Mella en 2011 con gran acogida por parte del público. La actual reposición, como entonces, tuvo un magnífico recibimiento, ahora con el grupo teatral que dirige Nelson Dorr, un elenco integrado por: Gladys Casanova (Rosaura, la madre), Carlos Alejandro Rodríguez (Rirri), Sara Benítez (Renata), Geisy Cobas  (Raisa) y Alex Guaidinó (Romualdo). Estos son los personajes que integran esta familia, una madre soltera con sus cuatro hijos adultos que van desde los 20 hasta los 35 años, cada cual con sus muy peculiares personalidades e inclinaciones sexuales.

 

 

Como casi todas las obras de Nicolás esta mantiene ese sello que caracteriza la labor de este recientemente fallecido autor: la irreverencia que aparece ya en el título, la mordacidad, la burla, el rejuego de las apariencias, el desafío de las convenciones sociales. El conflicto de esa madre no reside en las preferencias sexuales ni el comportamiento de sus cuatro hijos, sino justamente en el deseo que tiene ahora, ya una mujer madura, de vivir con un hombre en su propia casa.

Hasta entonces los hijos la han visto sola, ella se siente orgullosa de haberlos criado sin padre, es más, ni siquiera sabe a ciencia cierta quienes fueron los progenitores de cada uno de ellos, se vanagloria de haberlos criado sola, enfrentando todos los avatares, pero ahora que están bien crecidos decide rehacer su vida con un compañero, algo que los hijos no aceptan. Una obra que, aunque en tono de comedia, hace reflexionar acerca del egoísmo, al tiempo que está tocando un tema bien delicado: la discriminación hacia las personas mayores, la incapacidad de los más jóvenes para entender que los adultos mayores tienen derecho a seguir haciendo su vida, incluso enamorarse y vivir con una pareja.

 

 

Nicolás Dorr fue un prolífero dramaturgo. Como se sabe, su primera obra Las pericas la escribió a los 14 años y en los tres años posteriores estrenó La esquina de los concejales y El palacio de cartón, que conformaron su primer libro, con un prólogo del reconocido dramaturgo uruguayo Osvaldo Dragún y publicado antes de que su autor cumpliera los 20 años por Ediciones El Puente.

Las pericas fue la obra que le ganó el mérito de ser el más joven dramaturgo cubano y su éxito le permitió ser convertida en un ballet y hasta ser llevada al lenguaje de los gestos por La compañía Teatro del Cuerpo Fusión, dirigida por Maritza Acosta.

Luego de la publicación de ese primer libro, Nicolás siguió escribiendo hasta completar las 22 piezas que componen su larga trayectoria como dramaturgo.  Entre estas se encuentran: El agitado pleito entre un autor y un ángel. Premio de Teatro de la UNEAC 1972; La chacota, estrenada al año siguiente en el Teatro Martí donde estuvo tres meses en cartelera; Una casa colonial, llevada también a la televisión, y Confesiones en el barrio chino que tuvo, además de su puesta teatral, una versión para el cine mexicano, por la compañía Tabasco, filme dirigido por Alberto Cortés bajo el título de Victoria, el nombre de la protagonista; Vivir en Santa Fe, comedia musical elaborada con el maestro cubano Juan Formell. Su última obra en el género fue Breve temporada de invierno (2013)

No le bastó con el los premios recibidos durante esa larga trayectoria, entre ellos el Premio Nacional de Teatro en 2014, y escribió dos novelas: El legado del Caos publicado por Ediciones UNIÓN un año antes y Del oro lado del río, premio UNEAC en 2017, aun inédita.

Aunque desaparecido, Nicolás Dorr sigue deleitándonos y su legado está vigente. Lo demuestra esta reciente reposición de La profana familia en el Teatro El sótano, puesta en escena que da fe de la aceptación de ese público que sigue riendo y reflexionando con la obra de este prolífero escritor cubano, orgullo de nuestra cultura nacional.