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Un mentiroso peligroso anda suelto

3 de mayo de 2019

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Un mentiroso peligroso anda suelto y puede poner en peligro la paz de toda la humanidad, no solo de algunas regiones habitualmente en este trance. Se trata del actual Asesor de Seguridad Nacional del gobierno imperialista de Estados Unidos, John Bolton, instalado en la Casa Blanca a donde fue llevado por el presidente Donald Trump y convertido allí en su principal y más confiable informante, con lo cual se deducen su extrema peligrosidad y los riesgos que corre el mundo.

En manos de quien ha sido calificado en su propio país como “mentiroso patológico”, están hoy las decisiones de política exterior de la potencia nuclear más poderosa, ambiciosa y agresiva que recuerda la existencia. Los antecedentes del referido sujeto son como para no dormir, si se recuerda que el propio Senado de Estados Unidos no aprobó su nombramiento como Embajador ante la ONU –institución a la que odia– en tiempo de Bush hijo.

En su récord mitomaníaco aparecen mentiras flagrantes posteriormente desmentidas o ridiculizadas como la supuesta posesión de “armas de destrucción masiva” por parte de Irak, que sirvió de justificación para la guerra de agresión contra ese país y dio comienzo al caos criminal y la destrucción selectiva de países del Medio Oriente como Siria, Libia y Yemen.

El entonces Secretario de Estado Yanqui, Colin Powel, asumió públicamente la responsabilidad de haber mentido al mundo y ante el Consejo de Seguridad de la ONU exhibir sin pudor supuestas “pruebas” y “mapas” en medio de un show indigno y falaz fabricado por el Imperio. El mitómano Bolton jamás lo ha hecho ni se ha excusado de su participación.

En 2002 lanzó otras pérfidas mentiras sin evidencias ni la más mínima argumentación racional: que Cuba poseía supuestamente “armas biológicas” y que Cuba pretendía interferir los sistemas digitales de Estados Unidos. ambas lunáticas provocaciones de este enfermo cayeron por su propio peso –desmentidas desde las propias entrañas del Imperio– y el mentiroso salió con el rabo entre las piernas.

Tras ser recuperado por Trump y elevado al cargo actual, coloca ahora en su agenda las  más colosales y delirantes mentiras contra la República Bolivariana de Venezuela y una vez más contra Cuba. Olvida tal vez, en medio de su demencia, que ambos son países soberanos e independientes asistidos de todo el derecho –según la Carta de Naciones Unidas– a mantener relaciones de cooperación y beneficio mutuo, siempre que no vayan dirigidas contra terceros países.

Quién haya leído los resultados de la investigación hecha por el diario estadounidense The Washington Post, recién publicado, podrá hallar una explicación al por qué este mitómano ocupa hoy un cargo de tal relevancia. Según publica el Post, Donald Trump ha hecho más de 10 mil pronunciamientos falsos o engañosos desde su llegada a la presidencia, la mitad de ellos en un período de solo siete meses.

Añade la base de datos de este diario que Trump hizo más de cinco mil declaraciones falsas o engañosas en los primeros 601 días de su administración, un promedio de ocho por jornada. Agrega que solo demoró 226 días más para superar la cifra de 10 mil, por lo que en los últimos siete meses y medio pronunció unos 23 comentarios de ese tipo por jornada.

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