Cultura térmica (I)
2 de mayo de 2019
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Los científicos no pretenden imponer sus necesidades y deseos a la naturaleza,
sino que humildemente la interrogan y se toman en serio lo que encuentran…
Carl Sagan
La cultura es entre otras cosas el conjunto de saberes y costumbres de una sociedad y en el caso particular de cada persona, consiste en como esa persona asimila el mundo que le rodea en sus diferentes aspectos, desde lo cotidiano a lo relacionado con las ciencias, el arte, la filosofía y el cuadro mental que se haga del universo en que vive. Así se puede hablar de una cultura artística, musical, científica, deportiva, etc. en cuanto tengamos los conocimientos respectivos y los incorporemos a nuestro propio saber.
Así que pregunto ¿tiene usted una cultura energética? En específico de un tipo de energía y es de lo que trataré hoy ¿tiene usted una cultura térmica?
Hay veces que para alguien tener una cultura térmica se limita solo a saber cuándo hace calor o frío o cuando algo está frío o caliente. Al compararlo con la cultura musical sería como solo poder diferenciar la música del ruido, aunque para muchos no hay diferencia.
En esta serie dedicada la cultura térmica les presentaré algunos aspectos a tener en cuenta para poder tener el control del calor o el frío y trataré de contestar algunas de las preguntas que me hacen las personas cuando tratan de encontrar el confort.
¿Por dónde se siente el frío o el calor y qué hacer para controlarlo?
Puntos de control del calor en el cuerpo
Quizás usted haya notado que hay algunas partes del cuerpo más sensibles al cambio de temperatura y determinan muchas veces la percepción de calor o frío y las molestias o el confort en la sensación térmica. Oímos a muchas personas que se quejan por ejemplo del frío y manifiestan que se les enfrían los pies, las manos o la cabeza lo que le da mucho malestar y dolor de cabeza, otros advierten que se les enfría el pecho y la garganta, pierden la voz y tienen tos.
Así tenemos que los puntos más sensibles al sentir frío son: la cabeza, los pies, las manos, el pecho, los codos y las rodillas.
La piel en general es la parte externa del cuerpo que está en contacto con el aire que nos rodea y los objetos que tocamos, por lo que es también una parte importante en la percepción de calor o el frío.
Frío
Para evitar el malestar que provoca el frío la reacción lógica es abrigarse, y la reacción involuntaria del cuerpo es erizarse, apretar la piel para que el calor interno no se pierda, a la vez temblamos, tiritamos, nos sacudimos espontáneamente para con ese temblor generar calor en el cuerpo. También evitamos los lugares donde sopla el viento, y buscamos aquellos donde el aire es más caliente, donde da el sol o hay alguna fuente de calor.
La sensación de frío es uno de los factores de nuestra percepción del mundo que influye en cómo nos vestimos, que comemos y que actividades preferimos realizar en diferentes lugares. También cuales son los valores extremos de temperatura que estamos dispuestos a tolerar, ya sea por nuestros gustos o por la respuesta fisiológica de nuestro cuerpo y lo que consideramos el confort para bajas temperaturas.
Algo similar puede ocurrir con la sensación de calor, pero se percibe de forma diferente, a la vez que señala otra frontera para nuestro criterio personal de confort.
En la próxima sección les comentaré acerca de la sensación de calor, nuestros puntos más sensibles y algunas reacciones de nuestro cuerpo. Y después de cuáles son los fenómenos energéticos detrás de todo esto y como son las formas en que el calor fluye alrededor y a través de nosotros, determinando muchas de nuestras costumbres.
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