Valoraciones de José Martí sobre Henry Longfellov y otros creadores
15 de marzo de 2019
|
José Martí escribió acerca de destacadas personalidades extranjeras en diversos trabajos periodísticos, tanto escritores, artistas de la plástica, músicos y científicos.
Por ejemplo él trató con respecto a Henry Wadsworth Longfellow, que fue un poeta estadounidense quien figuró entre los más populares de la época que le tocó vivir y también en relación con el relevante novelista francés Víctor Hugo.
En la sección Constante, reflejada en la Opinión Nacional de Caracas, en la edición del 22 de abril de 1882 hizo referencia a Longfellow en ocasión de haber tenido lugar su fallecimiento casi un mes antes, exactamente el 24 de marzo en Cambridge, Massachussets, Estados Unidos de América.
Longfellov había nacido el 27 de febrero de 1807 y desde joven se había destacado como poeta.
Sus obras se caracterizaron por el tratamiento de temas familiares, la presentación asequible de las ideas y un lenguaje claro, sencillo y melodioso.
En relación específica con Longfellow precisó Martí precisó que de ese gran poeta americano que acaba de morir, están traducidas a todas las lenguas numerosísimas composiciones y aseguró que había una suya, que no está traducida al castellano, y que es un código de vida, bueno de leer, para cobrar de él fuerzas, por los jóvenes, que han de vivir, y por los ancianos, cansados de haber vivido.
Y añadió seguidamente: “Es aquella una poesía que cautiva y ennoblece. Parece voz de patriarca y de profeta.”
Martí igualmente comentó que otra poesía de Longfellow en todas partes conocida, es Excelsior, verdadero canto de batalla de los seres humanos.
También citó otras obras de dicho poeta estadounidense, El Salmo de la vida, El día lluvioso, La luz de las estrellas, El esqueleto en armadura, El herrero de la villa, El viejo reloj de la escalera, y manifestó que son poesías breves, o poemas, como los llaman los norteamericanos, llenos de una tristísima ternura, y de una viril melancolía, que seducen el ánimo y dan a la áspera lengua inglesa en que están escritos una extraña y cautivadora melodía.
Martí había establecido relaciones de trabajo con la Opinión Nacional de Caracas, durante su estancia en 1881 en la capital venezolana.
Tras marcharse de este país, entonces se mantuvo colaborando con la citada publicación desde Nueva York.
Envió diversos trabajos y también elaboró la sección Constante, en la que trató en forma resumida diversos temas, muchos de los cuales guardaban relación con hechos ocurridos en los Estados Unidos de América.
Y en la edición del 22 de abril de 1882 de la Opinión Nacional, en su sección Constante, Martí además trató en torno a la labor de una figura relevante de la creación literaria a nivel internacional, en este caso el escritor francés Víctor Hugo.
Sobre este notable novelista expresó: “¡Como regocija ver a un anciano erguido y trabajador!”
Explicó que Víctor Hugo se levanta a las seis de la mañana, y de pie ante un atril ancho, que es como escribe, pone en verso cada día las impresiones que recogió en su paseo matinal; o las que los sucesos agitados de su tiempo, o los libros que lee, dejan en su ánimo.
Y recordó seguidamente algo significativo expuesto por Víctor Hugo, al señalar: “Aún tengo más que hacer que lo que he hecho”, decía poco ha a un amigo: “Puede tal vez creerse que la edad debilita la inteligencia; mi inteligencia, por el contrario, parece vigorizarse con la edad, y no descansa. Ven mis ojos, a medida que adelanto en la vida, un horizonte más vasto; y moriré al cabo sin haber concluido mi tarea. Varias vidas habría menester para escribir todo lo que mi mente concibe. Jamás acabaré. Ya me he resignado a eso.”
En la sección Constante que se publicó entre noviembre de 1881 y junio de 1882 José Martí hizo referencia a otras notables figuras no sólo de la cultura sino igualmente de disímiles especialidades, entre ellos a relevantes científicos y a los aportes que ellos hacían a la humanidad.
Detallo a manera de ejemplo lo que manifestó en dicha sección, en este caso el 12 de noviembre de 1881, sobre el notable científico Louis Pasteur acerca de quien dijo que había leído en el Congreso Médico Internacional un folleto para probar que muchas enfermedades que se convertían en peste de los animales y que se previenen por medio de la nueva vacuna o sea la inoculación del fluido diluido.
Y agregó: “Todos los animales no inoculados murieron, y todos los inoculados se salvaron.”
La especialista Mayra Beatriz Martínez, en un trabajo titulado “Sección Constante: vértigo y servicio”, que aparece en el libro El Periodismo como Misión José Martí, de la Editorial Pablo de la Torriente, señaló que para Martí la Sección Constante debió significar un desafío bien atractivo puesto que por primera vez alguien se había propuesto mantener una sección fija noticiosa desde otro país e incluso esta investigadora plantea que se dice que fue el primero en realizar este trabajo en la prensa hispanoamericana.
Y con respecto a las características de estas secciones elaboradas expuso: “La extensión y la profundidad dedicada a cada asunto varía. Las curiosidades o la crónica social, por lo general, son breves, mientras mayor extensión alcanzan, como tendencia, los temas literarios, científicos o históricos que suelen sobrepasar la noticia, conciliando géneros como la crónica y el artículo en una mezcla donde sí se delata la presencia de una voluntad literaria.”
Y más adelante patentizó Mayra Beatriz Martínez: “Lo cierto es que el Martí de la Sección Constante no renunció a los lujos del lenguaje, pero resulta evidente que su selección estuvo más motivada por la expresividad, en la búsqueda de la máxima eficacia, que por la belleza per se.”
Galería de Imágenes
Comentarios