Edificio de la calle Empedrado No. 151, esquina Mercaderes

1 de abril de 2019

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Zenaida Iglesias Sánchez

Antigua Casa del “Conde de Casa Lombillo”.
Hoy: Galería de Arte.

 

 

La antigua mansión del Conde de Casa Lombillo en la Plaza de la Catedral, destaca en el conjunto que hace coro a la iglesia Catedral de La Habana. Los trabajos de rehabilitación llevados a cabo en el inmueble en el año 2000, readaptaron su espacio para acoger las oficinas del Plan Maestro de Revitalización del Centro Histórico y la redacción de la revista Opus Habana. De igual modo, se aprovecharon las galerías para exposiciones transitorias de artistas contemporáneos de la plástica. Y es precisamente la función que acoge el inmueble en la actualidad: Galería de Arte.

 

 

El terreno donde se construyó estuvo ocupado desde el mismo momento del asentamiento de la villa; se conoce que en el siglo XVII los hermanos Allones, establecieron aquí su residencia y un tejar; por entonces era aún un lugar insalubre y anegadizo, conocido como plazuela de la Ciénaga.

 

 

En 1725 la compró don Mateo de Florencia, pasando después en herencia a su sobrino don José de Pedroso y Florencia, quien demolió la antigua construcción para levantar una nueva. Si bien mantuvo la entrada principal por la calle Empedrado, le fabricó portales hacia la plaza que ya había adquirido prestancia y allí construyó una nueva portada hacia 1746, asumiendo su fisonomía actual. Con posterioridad a esta fecha continuó en poder de los sucesores de esta familia. En la planta alta se encontraba la residencia de sus propietarios, mientras que en el entresuelo y planta baja, un conjunto de accesorias destinadas a comercios y otros usos se encontraban arrendadas desde entonces.

 

 

En 1871 se adjudicó la propiedad a doña Concepción Montalvo y Pedroso, esposa de don José Lombillo, en cuya familia recayó el título nobiliario de Condes de Casa Lombillo, de ahí que la edificación se identifique con este nombre. Desde mediados del siglo XIX el Directorio de Artes Comerciales e Industriales de La Habana instituyó en los bajos el almacén de azúcar de Ramón de Granda y la Fábrica de Tabacos La Tórtola, de Isidoro Rodríguez. En 1874 radicaban en la casa el escritorio del ingeniero azucarero San Gabriel, propiedad de José Lombillo, hermano del tercer conde del título, entre otras instituciones. De este modo se fue transformando y perdiendo gradualmente sus valores de antaño.

 

 

En las primeras décadas del siglo XX se instaló aquí la Jefatura de Sanidad Municipal y desde 1947 radicó en la edificación la Oficina del Historiador de la ciudad a cargo del Dr. Emilio Roig, hasta su posterior traslado para el antiguo Palacio de los Capitanes Generales. En la década de 1970 radicaba en su sede la Empresa Provincial de Reparación de Edificios del Poder Popular; posteriormente se restauró y en 1987 abrió sus puertas el Museo de la Educación; hasta la ejecución de los nuevos trabajos de restauración general antes mencionados.