Respetar la decisión de cada cuál
11 de marzo de 2019
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Los enemigos internos y externos del pueblo argelino han aprovechado la decisión del gobernante Frente de Liberación Nacional de que el presidente Abdelaziz Bouteflika, de 82 años, y con problemas de salud, aspire a un quinto mandato consecutivo en los comicios del 18 de abril venidero, para desatar una ola de bien organizadas manifestaciones que abarcan amplias regiones del país.
Sus protagonistas visibles hasta ahora son jóvenes a quienes la figura del mandatario es menos familiar. Cierto que, para ser sincero, quizás el sector juvenil es el que menos ha tenido la atención oficial, por lo cual aquellos que aspiran a controlar las riquezas de la nación, principalmente el petróleo y el gas, ya han sido detectados en la contribución al caos en el que pretenden envolver a Argelia.
También pudiera señalarse que el FLN, un partido histórico que encabezó la lucha por la liberación del colonialismo francés, pudiera haber buscado un digno sucesor del actual Jefe de Estado, pero estas cuestiones internas rebasan nuestro entendimiento y sólo los grupos contrarios tratan de sacar provecho de ello, coincidiendo en que son proclives a la privatización de las principales riquezas.
Realmente, Argelia bajo Bouteflika ha tenido un buen desempeño tanto en lo económico y lo social, con lunares que pueden ser enmendados de existir buena voluntad.
Empero, basta ver la prensa internacional de derecha, francesa. española y norteamericana, principalmente, confabulada para que se produzca un estallido más violento de la juventud, bajo el amparo de grupos ajenos a la soberanía nacional.
Argelia vende petróleo a Estados Unidos y a Francia, nación que está muy necesitada de esa riqueza, y nunca Argel ha amenazado con cortar los vínculos, e incluso Bouteflika ha logrado revertir malos momentos con Marruecos para tratar de llevar la paz a la región.
Tampoco hay que olvidar que procedimientos semejantes fueron utilizados contra la vecina Libia, donde Estados Unidos, Francia y otros aliados de la Organización del Tratado del Atlántico Norte bombardearon inmisericordemente, acabaron con etnias enteras y destruyeron virtualmente al hasta ese entonces país más próspero africano, cuyo desenlace fue el asesinato del líder libio Muammar Gadafi por elementos mercenarios al servicio de Estados Unidos.
Consideración
E independientemente de que no todo marche sobre rieles, no hay que olvidar la gran labor de Bouteflika en la consecución de la paz, sus esfuerzos para ayudar a la cohesión del Movimiento de los Países No Alineados y el Grupo de los 77 más China, todo lo cual alejó el peligro de guerra siempre buscado por los enemigos de los pueblos.
De ahí que la jefatura del Ejército haya alertado acerca de elementos que tratan de promover incidentes de todo tipo, aprovechando la inexperiencia de la juventud, al estilo de lo que se conoce en Venezuela como guarimbas.
Y aunque algunos movimientos como el Mouwatana exigen la dimisión del mandatario, el FLN reiteró que aspirará a ser reelecto en abril, e indicó que siempre ha sido un factor de unidad nacional, cuestión que ni hasta sus propios enemigos pueden ocultar.
Lo cierto es que cada país tiene sus características, y Argelia no es excepción. Los dos periodos de cinco años cada uno son muy buenos y en Cuba una excelente forma de estructurar el liderazgo de la sociedad. Pero, Abdelaziz Bouteflika es una personalidad de relevancia histórica y aunque entre los 42 millones de argelinos debe existir un digno sucesor, hay que respetar su intento por reelegirse por quinta vez.
Y es que Argelia es Argelia y cada país debe decidir cómo organiza su gobierno y su vida.
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