En 1992 la UNESCO creó el Programa Memoria del Mundo (https://en.unesco.org/programme/mow) con el objetivo de contribuir a la protección y acceso al patrimonio documental de los pueblos. Se trata de un programa que promueve el reconocimiento de documentos o conjuntos documentales de gran valor para la identidad y la cultura de grupos humanos como parte de su memoria. Este reconocimiento supone el registro oficial de los documentos lo que compromete a los propietarios y custodios a su preservación y acceso sin discriminaciones de ninguna índole (http://www.unesco.org/new/es/communication-and-information/memory-of-the-world/register/full-list-of-registered-heritage/).
El Programa Memoria del Mundo cuenta con comités nacionales, regionales e internacionales en los que Cuba tiene una activa presencia comprometida como país con la salvaguarda y difusión del acervo documental que posee. Por esta razón existen documentos cubanos inscritos en la lista de la Memoria del Mundo (http://www.unesco.org/new/es/communication-and-information/memory-of-the-world/register/access-by-region-and-country/cu/) y se continúa trabajando en función de la protección y el acceso a los documentos, generalmente ubicados en archivos, bibliotecas y museos.
A nivel internacional existen normativas que protegen de manera directa o indirecta el patrimonio documental y que dan cuenta de la actividad de la UNESCO para establecer acciones que contribuyan a ello (http://www.unesco.org/new/es/communication-and-information/memory-of-the-world/resources/meeting-documents/ y http://www.unesco.org/new/es/communication-and-information/memory-of-the-world/resources/other-memory-of-the-world-documents/). De igual manera, Cuba, como país comprometido con la salvaguarda del patrimonio cultural posee un marco jurídico que la regula ( http://www.cnpc.cult.cu/legislaciones/).
El patrimonio documental constituye un elemento fundamental en la memoria de los grupos humanos y en los procesos de identidad. Lengua, costumbres, modos de expresión e historia quedan reflejados en los documentos producidos como fruto de la actividad humana y pueden perdurar en el tiempo como constancia de transacciones y hechos asociados al arte, la ciencia, la tecnología, la historia y la cultura en general. Los documentos dan cuenta de la diversidad cultural de la humanidad por lo que sus componentes materiales e intelectuales revisten igual relevancia cuando se trata de patrimonio documental. Tantos los aspectos físicos como los de contenidos pueden tener valores permanentes que deben ser protegidos ya que son la garantía de su acceso futuro. La preocupación por la preservación del patrimonio documental tiene como sustento fundamental garantizar su estabilidad para que pueda ser accedido de manera permanente, asunto en el cual los adelantos tecnológicos ocupan un rol esencial.
En estos momentos la Oficina del Historiador de la ciudad de La Habana, trabaja arduamente en la propuesta como Memoria del Mundo de los documentos fundacionales de la ciudad. Se trata de las Actas del Ayuntamiento de La Habana, periodo colonial 1550-1898 preservadas por el Archivo Histórico, institución que los custodia desde su fundación en 1938 por Emilio Roig. El 22 de mayo de 2018 se discutió la nominación del conjunto documental en la primera reunión anual del Comité Nacional del Programa Memoria del Mundo de la UNESCO que tuvo lugar en la sede de la Comisión Nacional Cubana de la UNESCO (CNCU). (http://www.minrex.gob.cu/es/acoge-comision-nacional-cubana-de-la-unesco-reunion-anual-del-comite-nacional-del-programa-memoria)
Para más información sobre el Programa Memoria del Mundo consulte http://www.unesco.org/new/es/communication-and-information/memory-of-the-world/about-the-programme/