¿No les dará vergüenza?
31 de octubre de 2018
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Los seres humanos, en cualquier parte del mundo, profesen el credo que sea, pertenezcan a las agrupaciones políticas más diversas, no podrían entender nunca el porqué de la arrogancia política de quienes al timón del país más rico del mundo, Estados Unidos, se empeñen en bloquear a un país para tratar de hacerlo rendir por hambre.
Se han visto, en estos días previos a la votación de la Resolución Cubana contra el bloqueo, las más variadas formas de la anti diplomacia. En plena Asamblea, en pasillos y otros sitios del gran edificio de la ONU, los funcionarios del Departamento de Estado y sus representantes ante el organismo internacional, han usado métodos de presión, amenazas y hasta de suspender o dar ayudas económicas, de acuerdo con el voto a favor o en contra del citado documento.
Vergüenza debía darles, pero es imposible porque no la tienen.
Durante el primer día, todos los representantes de organismos internacionales y regionales, Movimiento de los Países No Alineados, CELAP, Caricom, y funcionarios de decenas y decenas de Estados miembros, acudieron al podio para levantar su voz a favor de Cuba y condenar, una vez más, el bloqueo.
Por 27 años consecutivos, la arrogancia y pre potencia del Imperio han quedado aplastadas por el voto soberano en nombre de la amistad, del respeto al derecho internacional, de la justicia en contraposición con la filosofía de la fuerza y del uso de las sanciones para tratar de derribar gobiernos soberanos.
Esta vez han querido desviar la atención con unos ocho párrafos infundados donde, con el mismo lenguaje de décadas anteriores, tratan de imponer mentiras, crear dudas en algunos países, y de esa forma debilitar el apoyo casi unánime con la Isla de la Libertad, y fortalecer el sistema de sanciones que no ha podido doblegar a todo un pueblo.
Han vuelto con el cacareado tema de los derechos humanos, a sabiendas de que en Cuba y no en Estados Unidos, estos derechos no son solo respetados sino también garantizados de forma unánime para todos.
En contraposición, Estados Unidos tiene demasiadas deudas cobre el tema Derechos Humanos. Y cada día crece la manera en que allí se irrespetan estos. Qué hablen del tema los migrantes tratados como animales, los niños separados de sus padres, las mujeres que no saben en qué jaula o a qué lugar han llevado a su menor que llegó a aquél país en busca de trabajo o de comida.
Cuándo las autoridades de ese país van a oír a los negros que son pateados, humillados o muertos por alguna bala salida de un policía blanco.
Se trata del país cuyos gobiernos defienden, más que nadie, el único “derecho humano” que les interesa; que cada persona pueda adquirir un fusil por moderno y letal que sea, como fórmula para que el gran negocio del Complejo Militar siga creciendo en fortuna y así salpicar con su dinero a políticos y gobernantes.
Estados Unidos quiere que no se repita este año lo sucedido en 27 oportunidades anteriores. Más bien, el imperio quiere ocultar o desviar la atención sobre la crueldad de un bloqueo que ya ha costado a la Isla 134 499 millones de dólares al cambio actual.
Este jueves, primero de noviembre, veremos una vez más que Cuba recibirá el apoyo de la casi totalidad de los países. Que la Resolución será aprobada con el voto casi unánime de los que piden fin al bloqueo. Y con el bochorno vergonzoso para Washington, cuyas añadiduras al documento no son más que mentiras para que el poder mediático expanda, mientras el bloqueo no solo se mantiene, sino que se hace más genocida.
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