Crece agresividad de EE.UU., hacia China
11 de octubre de 2018
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China ha reforzado su flota de guerra en el Mar del Sur de China, luego que Estados Unidos anunció maniobras con todas sus fuerzas militares en el Pacífico, con el fin de “protegerse de cualquier agresión”.
Los hechos suceden a una nueva entrega de armamento al gobierno separatista de la isla china de Taiwán, añadiendo más leña al fuego de la hostilidad prendida por el gobierno de Donald Trump con la guerra comercial iniciada contra la nación asiática,
En abierta injerencia, EE.UU. criticó la venta de armas de Rusia a China y lo barato que Beijing ofrece estos implementos a otros países para supuestamente perjudicar a este importante renglón comercial norteamericano.
A su vez, China expresó su extrema indignación por las sanciones de EE.UU. que castigan su cooperación militar con Rusia, y destacó que la cooperación entre ambas naciones no viola el Derecho Internacional y no va dirigida contra terceros países, mientras que las sanciones estadounidenses representan una grave violación de “las normas básicas de las relaciones internacionales”.
“Instamos firmemente a la parte estadounidense a corregir los errores de inmediato y a revocar las llamadas sanciones. De lo contrario, EE.UU. debe asumir las consecuencias”, aseveró Beijing, adelantando que seguirá promoviendo la cooperación estratégica con Moscú, pese a las restricciones de Washington.
Así, el presidente Xi Jinping no recibió al secretario norteamericano de Estad o, Mike Pompeio, una visita no deseada, señaló, y pidió a EE.UU. que deje de injerirse en la política interna y externa de China, al tiempo que advirtió que cada sanción tendrá su adecuada respuesta.
En este sentido, China dejó de comprar petróleo a Estados Unido , así como soja a tres estados norteamericanos, la cual adquirirá en países de América del Sur
Qiao Ling, un estratega militar chino, dijo que Estados Unidos está actuando con una mentalidad anticuada, lo cual, afirmó, provocará su declive.
Semejante mentalidad ha conllevado a Trump, a una guerra comercial con China, en concreto, olvidando que EE.UU. se convirtió en una superpotencia por su competitividad, aprovechando la explotación laboral humana, pero no desbaratando rivales, como pretende hacer ahora.
Para ejemplificar esto tenemos que el gabinete de halcones que asesora a Trump echa la culpa de todo a China, a la cual señala como un riesgo creciente para la industria norteamericana, principalmente la rama militar; de infiltrarse en compañías para robar su tecnología, e interferir en las elecciones de noviembre de EE.UU. para coadyuvar a que otro sea su presidente, como declaró el vicepresidente, Mike Pence.
Pero China ha subrayado que tiene muchas más respuestas a las sanciones promovidas por el gobierno de Donald Trump, lo cual el multimillonario no dudará en continuarlas, exponiendo al pueblo norteamericano a más profundos riesgos económicos y desprestigio político.
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